Opinión

El Tren de Aragua: un peligro para América Latina en gobiernos de izquierda

Por: César Ortiz Anderson

La situación que vamos a describir en este artículo corresponde a la internacionalización en toda la región de una peligrosa organización criminal original de Venezuela: El Tren de Aragua.

El contexto social y político, así como las condiciones de seguridad en las que se produce el fenómeno en descripción es muy similar al caso del personaje de ficción Tony Montana en la película “Caracortada” (Scarface) de Brian de Palma, que es una segunda versión de la original Scarface (1932), película norteamericana en la que el personaje principal es el gánster ítalo – americano Al Capone, cuyo alias era “Caracortada” por los cortes que llevaba en el rostro.

En la versión de Brian De Palma (1983) la criminalidad se mueve con la migración que huye de un país arruinado económicamente por un régimen comunista. En “Caracortada” es el caso de los migrantes cubanos en Miami, EE.UU., que huyen del gobierno de Fidel Castro, quien luego de militarizar el país, procedió a encarcelar a los opositores políticos para luego expulsar del país a los delincuentes comunes, abriendo las cárceles a una población carcelaria que se movió con la migración cubana hacia EE.UU. principalmente.

El narcotráfico y las redes criminales con influencia en las altas cúpulas de los gobiernos de países sudamericanos, y cómo opera la criminalidad internacional, el lavado de dinero, corrupción de funcionarios públicos y privados, sicariato y otros crímenes que hoy azotan la región y a los que nos referiremos en este artículo, han sido muy bien descritos en esta obra cinematográfica.

El Tren de Aragua (TA) se ha expandido en los últimos años desde Venezuela a Colombia, Brasil, Perú, Ecuador, Bolivia, Chile, incluso en países europeos como España y Bélgica. El nombre de la organización se debe a la provincia donde se ubica el penal de Tocorón, donde se formó esta organización a inicios de la década del 2000, Aragua, localizada a 60 km de Caracas.

Sobre los orígenes y expansión internacional de El Tren de Aragua (TA), se recomienda el libro “EL TREN DE ARAGUA: La historia de la banda criminal que traspasó todas las fronteras de América Latina”, escrito por la periodista Ronna Rósquez (editorial Planeta).

Entre las actividades criminales a las que se dedica esta organización en los países en donde se ha extendido encontramos tráfico de migrantes, homicidio, sicariato, tráfico de armas, tráfico de drogas, delitos cibernéticos, extorsión, secuestro, robo, estafa, minería ilegal, lavado de dinero, prostitución, contrabando, entre otros.

Desde APROSEC se ha identificado dos graves peligros para la región de América Latina:

-La capacidad de hacer alianzas con otros grupos criminales, narcotraficantes, narcoterroristas, o terroristas de la región – militarización del problema en zonas de fronteras.

-La capacidad para infiltrarse y corromper las altas esferas del poder de los países de la región.

Tenemos claro que hay que realizar una reforma estructural en la Policía, así como cambios profundos en el sistema penitenciario, sin embargo en la actual coyuntura política y social las reformas se hacen imposibles. Lo que sí se puede hacer es modernizar y repotenciar operativamente a la Policía, dándole el apoyo político al más alto nivel en el cumplimiento de sus funciones; y la creación de la Superintendencia Nacional de Seguridad Ciudadana.

(*) Presidente de APROSEC

* La Dirección periodística no se responsabiliza por los artículos firmados

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