Opinión

Videos reveladores

Por: Víctor García Toma

Las revelaciones que hizo el programa Cuarto Poder la noche del domingo vinculan al presidente Pedro Castillo con nuevos actos repudiables de falta de transparencia. Los videos son sumamente reveladores en el sentido de que se viene despachando fuera del local donde opera el jefe de Estado, vale decir el Palacio de Gobierno. Eso no implica que, eventualmente, el presidente no pueda despachar en otro lugar que no sea Palacio, pero lo que no se puede obviar son las visitas que ha recibido, el motivo de las mismas y el tiempo de duración. En consecuencia, aquí tenemos un serio problema de carácter moral.

Lo segundo es que preocupa la presencia de una lobista en varias reuniones, tanto en Palacio de Gobierno como en la casa de Breña, donde, finalmente, las reuniones culminan con el otorgamiento de una buena pro donde el presidente del comité adjudicador votó en contra. “Algo se pudre en Dinamarca”, es un viejo dicho que bien calza para esta ocasión.

Ahora veamos el caso de la incapacidad moral que es un concepto que tiene que ser interpretado por el Congreso a nombre y representación del pueblo, pero es básicamente de carácter subjetivo. Lo real es que los hechos han sucedido, no existen los registros correspondientes de las reuniones del presidente Castillo con estas personas y eso es una falta ética, eso queda claro.

Por otro lado, no veo que el presidente de la República se encuentre en una hostilidad per se contra el Poder Ejecutivo. Creo que es el conjunto de errores, deficiencias, vicios, incongruencias, inconsistencias y falta de liderazgo lo que genera esta aparente distensión. En todo caso, el problema central entre el Ejecutivo y el Legislativo radica, más allá de las ausencias de un verdadero Gobierno, en que la administración del Estado está en manos de gente que no está preparada y, en muchos casos, propensas a no tener dichas manos en sus propios bolsillos.

Si el presidente Castillo quiere alcanzar la gobernabilidad, lo primero que debería de hacer es tener un plan, luego tener los equipos necesarios para aplicar ese plan, y aquí me refiero al punto de vista técnico, político, jurídico y moral. También debe tener la capacidad de acción, fiscalización y control.

Además, para la gobernabilidad se requiere explicar continuamente los actos que el Ejecutivo realiza y por qué deja de lado aquello que ofreció durante su carrera electoral.

La gobernabilidad es un arte del cual, aparentemente, carece el presidente. El liderazgo es una actitud de la que Castillo adolece, pero lo que sí podríamos pedirle es una actitud correcta, debida. Como bien se dijo, “él también debería andar derecho”.

(*) Expresidente del Tribunal Constitucional

(*) Exministro de Justicia

(*) La empresa no se responsabiliza por los artículos firmados.

Related Articles

Agregue un comentario

Su dirección de correo no se hará público. Los campos requeridos están marcados *

Back to top button