Opinión

Cuidado con el clan Quispe Palomino

EDITORIAL

El terrorismo en el Perú tiene, quizá, su último bastión en el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM). Ese es el fortín de los Quispe Palomino, una familia que enarbola una facción escindida de Sendero Luminoso cuya estrategia es una mezcla de atentados terroristas y narcotráfico.

Las Fuerzas Armadas acaban de abatir a Jorge Quispe Palomino, ‘camarada Raúl’, quien fue cabecilla de la agrupación en esa zona de la selva. Sin embargo, en la agenda del presidente que salga elegido no debe faltar la lucha contra el terrorismo, pues este, en la medida que no se resuelvan otros problemas económicos, sociales y políticos, siempre será un peligro latente en el país.

Acabar con el clan de los Quispe Palomino no es nada fácil. El VRAEM es una zona inmensa y llena de montaña, cruzada por una maraña de caminos y surcada por tres ríos y muchos riachuelos. En esta región hay 69 distritos ubicados en los departamentos de Ayacucho, Apurímac, Cusco, Huancavelica y Junín.

El ‘camarada Raúl’ es acusado de terrorismo en agravio del Estado, secuestro, extorsión y cobro de cupos. Es tan peligroso que tenía una acusación penal en una corte de Estados Unidos, donde se ofrecía una recompensa de USD$5 millones a quien brinde información que conduzca a su captura.

Tras la captura de Óscar Ramírez Durand, ‘camarada Feliciano’, en 1999, el clan Quispe Palomino, integrado por los hermanos ‘José’ (Víctor Quispe Palomino), ‘Raúl’ (Jorge) y ‘Gabriel’ (Marco Antonio), junto a Alejandro Borda Casafranca (‘Alipio’), quedaron al mando de la facción más peligrosa de Sendero Luminoso. ‘Gabriel’ y ‘Alipio’ fueron abatidos el 11 de agosto de 2013 por tropas combinadas en Llochegua, Ayacucho. Al morir ‘Raúl’, solo quedaría ‘José’.

Los Quispe Palomino se identifican como miembros de Sendero Luminoso, pero Abimael Guzmán, fundador y líder histórico, no reconoce ni a Víctor ni a sus hermanos como miembros de la organización. Estos tampoco reconocen el mando del llamado ‘presidente Gonzalo’ desde que este cayó en prisión.

El gobierno que inicie el 28 de julio debe estar atento a los movimientos de los Quispe Palomino y acabar con este remanente terrorista. ‘José’ es un tipo muy peligroso. Estudió antropología en la San Cristóbal de Huamanga. Cuando tenía 22 años acompañó a su padre -también militante de Sendero- en el ataque al puesto policial de Vilcashuamán, donde murieron 6 efectivos policiales.

Esperemos que al futuro presidente no le pase lo que le ocurrió a Fernando Balaunde, que en su primer gobierno confundió a los terroristas con una banda de abigeos.

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