Opinión

Miopía política

Por: Omar Chehade Moya

El día de ayer la presidente Dina Boluarte ha ratificado su decisión de quedarse junto con el parlamento hasta el 28 de julio de 2026. En el patio de Palacio de Gobierno ante la prensa ha dicho: “el tema del adelanto de elecciones está cerrado, nos quedamos hasta el 28 de julio de 2026”.

Quiere decir que cuando el ejecutivo envió sendos proyectos al Congreso para adelantar las elecciones generales (presidente, vicepresidentes y congresistas) se trataba de una engañifa, o simplemente estaban asustados por las manifestaciones violentas en las calles y las decenas de muertos que se produjeron como consecuencia de ellas que pedían la respectiva convocatoria a comicios. Si bien es cierto, no estábamos de acuerdo con unas elecciones adelantadas tan anticipadas como muchos sectores irresponsables querían (sin reformas políticas y electorales previas) tampoco nos podemos ir al extremo de pensar que “aquí no pasa nada” y resistamos tres años más. Analicemos con objetividad y sin apasionamientos la composición de este congreso que debe ser, de lejos y con diferencias, el peor de la historia republicana.

Estuve como congresista en dos períodos parlamentarios (2011- 2016) (2020 – 2021) y si bien no era ni el Oráculo de Delfos, ni el Olimpo de Zeus en Grecia, pero por lo menos había personalidades con experiencia y biografía partidaria que obligaba a tener otro tipo de conducción política, académica y conductual. La escoria era minoritaria y el poder legislativo mal que bien avanzaba. La perversidad hecha por Martín Vizcarra de romper con la reelección parlamentaria y destruir la clase política ha hecho tener no solo congresos inexpertos sino fundamentalmente más rapiñescos. El día de hoy no solo existen traficantes, ladrones o violadores, sino también mocha sueldos, vagos y gente sumamente ignorante aunado a los bloques comunistas ideologizados que destruyen todo con la excusa de “la defensa del pueblo”.

El paroxismo más bellaco, ruin de este parlamento fue la elección de un impresentable como Defensor del Pueblo, como Josué Gutiérrez a cambio de prebendas políticas aún más retorcidas. No me imagino a este Congreso quedándose tres años más, excepto que le deseemos el mal a nuestra patria. Es obvio que quieren seguir saboreando las mieles del poder hasta el 2026, sin darse cuenta la presidente Boluarte que no solo no tiene bancada, sino que no goza de legitimidad, pues el nivel de desaprobación que tiene llega a cifras espeluznantes en tan corto tiempo: 85% de impopularidad. No es que su gobierno sea ilegal, no lo es, es constitucional, se siguió la sucesión que manda la constitución al ser vacado el corrupto y golpista gobierno de castillo.

Sin embargo, eso no es suficiente como para tener la autoridad y aceptación política (legitimidad)que te otorga el soberano (el pueblo) para poder gobernar. A esto hay que sumarle, el poco liderazgo de la presidente, a quien le reconozco buenas intenciones y seguro ganas de hacer bien las cosas, pero eso no alcanza, cuando en la práctica se abdica, en parte, a jefaturar el estado cediéndole posiciones políticas al presidente del consejo de ministros, quien de facto ejerce la jefatura de gobierno.

(*) Exvicepresidente de la República

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