Opinión

El caso Kimberly García (I)

Por: Martín Valdivia Rodríguez

Es impresionante la cantidad de beneficios económicos, culturales, sociales, psicológicos y políticos, inclusive, trae el éxito internacional de una atleta como Kimberly García. Muchas veces la hoy doble campeona mundial de marcha atlética mendigó ayuda para seguir preparándose, pues lo que le daban el IPD y la Federación Peruana de Atletismo no el alcanzaba. Hoy, que es famosa, que se ha convertido en orgullo del Perú y cuando su imagen es cotizada hasta en el marketing político, recibe homenajes, premios y saludos en Palacio de Gobierno y diversos organismos del Estado.

¿Cómo fuera si el Estado invirtiera en jóvenes como Kimberly, no solo dedicados al deporte, sino también a la ciencia, el arte y la cultura el general? Porque solo hay atletas peruanos, sino también artistas, científicos y cultores de otras disciplinas que deben marcharse del país para que en países lejanos valoren su talento y les den el apoyo que necesitan.

El caso de Kimberly García es una gran lección que nos invoca a borrar ese complejo de inferioridad mezclado con subestimación que tienen nuestras autoridades peruanas, la misma sociedad e incluso la prensa nacional. Si vamos a Google y retrocedemos el tiempo podemos encontrar reportes del 2015 y 2016 donde medios de comunicación informaban que “atleta peruana mendiga ayuda para poder entrenar”. Se referían a Kimberly García.

Tras quedar en el puesto 14 en los Juegos Olímpicos de Río 2016, Kimberly dejó atrás sus ideas de renunciar al atletismo ante la falta de ayuda y se enfocó en los Juegos Panamericanos Lima 2019, donde ganó la medalla de oro. Luego vinieron los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, donde también logró subir a la cúspide del podio.

Para estas dos últimas competencias Kimberly García ya recibía apoyo de algunas empresas y por eso pudo seguir para adelante. Hasta que llegó el Mundial de Atletismo de Oregón, Estados Unidos, donde ganó dos medallas de oro. Recién, ahora el presidente Pedro Castillo dice que “es un orgullo del Perú” y muchos otros políticos la colman de elogios.

Tal es la falta de tino y consideración de nuestras autoridades, que la Federación Peruana de Atletismo solo le daba a Kimberly un buzo, un polo y un short para diez días de competición. Kimberly dice que lo que ha logrado ha sido solo por el apoyo de su familia y las empresas. Y que “el IPD y la Federación, casi nada”. Increíble. Mañana continuamos. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.

Related Articles

Agregue un comentario

Su dirección de correo no se hará público. Los campos requeridos están marcados *

Back to top button