La renuncia del señor Walter Ayala al ministerio de Defensa se debe única y exclusivamente a que se había reunido el número de firmas suficientes para la interpelación y la posterior censura en el Congreso de la República. Es decir, se trataba de una “Crónica de una muerte anunciada”. Lo que ha hecho el señor Ayala es, simplemente, adelantarse a un suceso que era definitivamente imposible de revertir.
Vale decir que Ayala nunca debió ser nombrado como ministro y, evidentemente, debió presentar su renuncia irrevocable mucho antes. Felizmente ya se trata de un tema zanjado, salvo por supuesto por la investigación que seguirá pendiente en relación al papel que jugó en el sonado tema de los ascensos el secretario general de la Presidencia del Consejo de Ministros, Bruno Pacheco.
Por otro lado, el domingo pasado fuimos testigos de unas declaraciones del ministro de Justicia, Aníbal Torres, vejando al presidente del Banco Central de Reserva (BCR), Julio Velarde. Esto es lamentable porque se está haciendo costumbre que el señor Torres se exprese con términos calificativos, despectivos y que establezca consideraciones que están lejos del alcance de su portafolio. Además, hay que aclarar que el señor Velarde pertenece a un órgano autónomo e independiente; es decir, no depende ni del Poder Ejecutivo ni del Poder Legislativo y tampoco del Poder Judicial. En conciencia, esas declaraciones del ministro de Justicia del señor Velarde ni siquiera las va a tomar en cuenta como corresponde a las circunstancias del caso.
Otro tema importante del que hemos sido testigos esta semana es la nueva emisión de bonos. Considero que son más políticas populistas que no atacan – como debe ser- el problema de fondo. El Perú requiere recuperar los empleos, que la gente consiga trabajo de mejor calidad y que aquella gran masa que se encuentra actualmente en el empleo informal pase a integrar el sector formal. Lo que quiero decir es que son medidas (los bonos) que no atienden el tema de fondo o, para resumirlo mejor, es el Mejoral; es un placebo que no tiene mayor significación en el mediano y largo plazo.
En lo que se refiere a la reciente encuesta de Ipsos, el ministro que sale mejor parado es Hernando Cevallos y su acierto se debe a que ha sabido seguir la ruta que había planteado el exministro de la cartera, Óscar Ugarte. En todo caso, el mérito del ministro Cevallos no está en lo que ha hecho sino en lo que, felizmente, ha sabido continuar. Bien por eso.
(*) Expresidente del Tribunal Constitucional
(*) Exministro de Justicia
(*) La empresa no se responsabiliza por los artículos firmados.
