Opinión

Mocos por babas

Por: Francisco Diez-Canseco Távara

Hay cambio de estrategia y de comunistas en el Gabinete, pero no de objetivo: Mirtha Vásquez, como el ex cura Arana –quien consideró que lo “ofendía” porque lo llamé comunista en un debate– pertenece al sector gradualista que integran los caviares y que se caracteriza por los zigzags y retrocesos aconsejados por Lenin para dar un paso adelante y por la infiltración institucional recomendada por Gramsci para destruir la democracia y establecer un régimen marxista leninista.

Por cierto, el nuevo ministro del Interior es más cerronista que Cerrón: es abogado del propio Vladimir, de Bellido, de Bermejo y de Perú Libre cuya chapa policial es “Los Dinámicos del Centro” (la PNP pone las chapas). Ya sabemos por qué lo ha nombrado Castillo: para protegerlos.

La ofensiva del amor de doña Mirtha –prominente antiminera y miembro de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos de los caviares– tiene por objeto bajar la marea, adormecer a la oposición e impulsar el avance solapado de la campaña que, con mucho dinero de por medio, están realizando los comunistas para lograr el referéndum que los lleve a la ansiada Asamblea Constituyente.

No olvidemos que el mismo e impresentable Bellido soslayó el tema de la Asamblea Constituyente en su presentación ante el Congreso, aunque al final del debate, cuando ya había asegurado los votos de APP y AP, lanzó la bombita.

Sostener en este momento la actitud confrontacional de Bellido no era conveniente para los rojos, más aún después del reciente discurso del general Gómez de la Torre, la creciente ola a favor de la vacancia presidencial existente en el Congreso y la caída de Pedro Castillo en el nivel de aprobación popular por más que algunas encuestas traten de “apoyarlo”.

Castillo parece haber entendido que debe continuar copando el aparato estatal, aunque no tenga los cuadros para hacerlo, para asestar, en el momento oportuno, el golpe final con la Asamblea Constituyente, lo cual para él tiene un grave inconveniente: su incapacidad para gobernar.

La raíz del mal, finalmente, no está en los ministros como bien lo sabemos: radica en Pedro Castillo cuyo sesgo comunista en el marco de una probada incompetencia y una nunca deslindada asociación con el corrupto Cerrón no merece ni debe seguir soportando el Perú.

Se le debe vacar con su socia Dina Boluarte para convocar a nuevas elecciones con reglas de juego realmente democráticas, no manipuladas ni caviarizadas, que incluyan la libérrima difusión de ideas.

(*) Presidente de Perú Nación

Presidente del Consejo por la Paz

(*) La empresa no se responsabiliza por los artículos firmados.

Related Articles

Agregue un comentario

Su dirección de correo no se hará público. Los campos requeridos están marcados *

Check Also
Close
Back to top button