En la actualidad, estamos atravesando en la ciudad de Lima y en todo el país un dolor de cabeza debido a la circulación de vehículos viejos y destartalados que ponen en peligro la vida de las personas. Estos vehículos transitan con normalidad, pero para que puedan circular, es necesario que hayan pasado la respectiva revisión técnica de acuerdo al reglamento de tránsito. Me pregunto cómo han logrado obtener el visto bueno, considerando la falta de control y fiscalización por parte de las autoridades. Es crucial que las autoridades actúen con apego a la ley y sancionen a quienes no cumplen con estos requisitos. Esto beneficiará a la sociedad en general.
Para lograr un parque automotor más moderno en nuestro país, es fundamental que todos los ciudadanos respetemos las leyes. Podemos tomar como ejemplo el país de Japón, donde los vehículos adquiridos de segunda mano tienen un tiempo prudencial de circulación.
Al cumplirse la fecha límite de uso en las vías, el propietario está obligado a llevar el vehículo a la chatarra para evitar poner en peligro a los ciudadanos y al mismo dueño. Esto está claramente establecido en la tarjeta de propiedad. Si alguien no cumple con esta normativa, desconociendo a la autoridad, puede ser denunciado ante la justicia.
En Japón, un amigo peruano nisei compró un automóvil de segunda mano en marzo. El reglamento japonés le otorgó un año de circulación, y después de cumplir ese período, debía llevarlo a la chatarra, cumpliendo rigurosamente con la ley. Todos están obligados a acatar esta regla sin excepciones. La desobediencia a la legislación puede llevar a detenciones y procesos judiciales.
Para lograr un parque automotor moderno en nuestro país, considero que es necesario, incluso obligatorio, hacer cumplir la ley de chatarreo. Esto permitirá eliminar de nuestras calles las combis destartaladas que circulan impunemente, acumulando multas impagas y, en ocasiones, causando accidentes de tránsito al ignorar a las autoridades competentes. Además, debemos evitar que se presenten proyectos en el Congreso que no contribuyan a la modernización de nuestro parque automotor, como permitir el regreso de los famosos “ticos” o combis.
Aunque algunos podrían argumentar que estas medidas son adecuadas solo para las provincias del Perú, yo discrepo porque el interior de nuestro país no debería convertirse en un vertedero para los vehículos obsoletos de la capital.
(*) Abogado y exdecano del Colegio de Contadores Públicos de Lima
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