Opinión

Otro proyecto infame: eliminar la JNJ y designar políticamente al jefe de la ONPE (II)

Por: Iván Pedro Guevara Vásquez

La Junta Nacional de Justicia (JNJ) acaba de destituir, por unanimidad en el quórum de sus miembros, a la exfiscal de la Nación, Liz Patricia Benavides Vargas, luego de que el actual Congreso de la República inhabilitase a dos de sus integrantes, luego que una Sala Constitucional de Corte Superior de Justicia ordenase la reincorporación de los mismos y luego de que el actual Tribunal Constitucional ordenase que se vuelva a inhabilitar a los mismos dentro de un proceso no de amparo, sino competencial.

La democracia lucha por sobrevivir basándose en el funcionamiento autónomo y en condiciones normales de sus instituciones. Quizás por eso la JNJ se encuentra bajo ataque desde hace cierto tiempo, con las mociones de remoción inconstitucional por parte de una mayoría congresal que entre sus argumentos contra la JNJ esgrime el hecho de ser “caviar” y fruto del “lagarto” Vizcarra (expresidente del país); es decir, por subjetividades que no calzan en ninguna causal de falta grave al ejercicio funcional.

Uno de sus últimos ataques viene a ser precisamente mediante el proyecto de ley y predictamen que plantea la eliminación de la JNJ y el reemplazo de ésta por una “Escuela Nacional de la Magistratura”, la eliminación de una Junta Nacional de Justicia cuyos miembros son elegidos en un concurso público de méritos por un organismo no designado en concurso público de méritos y que reúne burocráticamente las funciones de la JNJ y de la Academia de la Magistratura, que se encarga justamente de la formación de aspirantes a jueces y fiscales, así como de la capacitación para el ascenso de jueces y fiscales titulares. En tal proyecto es de mencionarse que desaparece el control externo respecto de los magistrados supremos y lo convierte en un mecanismo de autocontrol, a diferencia de la meritocrática JNJ, que sí puede destituir jueces y fiscales supremos por infracción funcional de gravedad, con independencia institucional.

Las virtudes de la JNJ residen precisamente en el modo de su elección: por concurso público de méritos. Tal concurso no existe para el caso de la pretendida “Escuela nacional de la magistratura”.

Asimismo, cual tentación en medio de un camino pedregoso que conduce al abismo, en tal proyecto se elimina el proceso de ratificación de jueces y fiscales que se realiza cada siete años actualmente. Pero la eliminación de la ratificación de magistrados se da condicionada a la eliminación de la JNJ.

*Analista político.

* La Dirección periodística no se responsabiliza por los artículos firmados

Artículos relacionados

Agregue un comentario

Su dirección de correo no se hará público. Los campos requeridos están marcados *

Back to top button