Opinión

La autonomía universitaria

Por: Wilson Quispe Mamani

La Reforma Universitaria (1918), impulsada por los estudiantes latinoamericanos, recibió la influencia del positivismo y de las nuevas ideas políticas antioligárquicas, como el anarquismo y el socialismo. Se logró que la universidad sea un espacio científico y democrático.

Las pocas universidades peruanas que existían en esa época, eran una herencia colonial, donde sobrevivía la escolástica medieval. Era un espacio elitista, las autoridades, catedráticos y alumnos pertenecían a la oligarquía feudal civilista. La juventud peruana acabó con ese modelo de universidad (1919).

En la década del setenta se desarrolló una reforma educativa, que incluía la educación universitaria. El gobierno revolucionario de las fuerzas armadas promovió una universidad científica, nacionalista y humanista; influenciado por las ideas desarrollistas, buscaban la modernización del país a través de la industrialización.

En la década del noventa, se impone el modelo económico neoliberal en el mundo, recomendado por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, que no solo exigieron medidas económicas (Consenso de Washington), sino también reformas educativas.

En el Perú, la dictadura fujimorista estableció la Constitución neoliberal de 1993 y posteriormente el Decreto Legislativo 882, Ley de Promoción de la Inversión en la Educación (1996). Esta norma promovió el surgimiento de instituciones educativas con fines lucrativos y el Estado limita su responsabilidad social.

Aumentaron gran cantidad de instituciones educativas privadas, sin tener las mínimas condiciones académicas, personal docente calificado y la infraestructura adecuada. Asimismo, surgieron muchas universidades privadas, motivadas por tener las mayores ganancias a un menor costo.

Esta nueva concepción de educación no solo influyó en las universidades privadas, sino también en las universidades públicas. Surgieron nuevas carreras, maestrías, doctorados, diplomados, cursos de titulación, nuevas sedes, etc. en función al mercado. El negocio rentable originó autoridades eternas y corruptas.

En el nuevo milenio se profundizaron las medidas neoliberales en educación, el objetivo era controlar ideológicamente los claustros universitarios, que el pensamiento único neoliberal se imponga en todas las universidades del país. La evaluación de calidad educativa fue la justificación para intervenir las universidades.

La nueva Ley universitaria (2014) y la creación de la Sunedu, permitió la implementación de un currículo neoliberal basado en las competencias. Los superintendentes designados por los gobiernos neoliberales, se encargaron de exigir el cambio de los currículos, vulnerando la autonomía universitaria.

Gran parte del presupuesto educativo sirvió para financiar a las grandes universidades privadas a través de Beca 18, investigaciones, consultorías, asesorías y capacitaciones. Esos recursos deberían servir para fortalecer las universidades públicas y ampliar la cantidad de vacantes.

La crítica al modelo universitario, generaba una persecución mediática a través de la prensa. No buscamos la eliminación de la Sunedu, sino que esté al servicio de todos los estudiantes. Los peruanos queremos una universidad científica, nacional, democrática y humanista; y que se restablezca la autonomía universitaria.

(*) Congresista de la República por Perú Libre

(*) La empresa no se responsabiliza por los artículos firmados.

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