Soy re fan de las películas de acción, espías y guerra; en una oportunidad leí que el actor Tom Cruise, hace las escenas más peligrosas sin dobles, lo que le da un toque de más energía y emoción a sus apariciones y quizá en ello radique su éxito.
Él cuenta que antes de realizar este tipo de escenas le dan dos consejos; el primero, que no haga piruetas con mucha violencia, y el segundo y quizá más importante es que nunca mire hacia abajo, lo que en la vida sería no mires hacia atrás.
Este último consejo me recordó a mi mamá, quien me dijo lo mismo hace muchos años, tras pasar por un problema familiar delicado, “¡Hijo ya está hecho, nunca mires para abajo y si lo quieres solucionar, empieza todo de nuevo!”, me dijo con sabiduría, pero con más cariño en esa oportunidad.
Siempre, aunque debo admitir que no he podido, he tratado de hacerla una regla en mi vida, tanto para el trabajo, para las inversiones, como para temas sentimentales, etc.
Mi mamá me decía cuando te sientas en esos momentos complicados, piensa en algo lindo en cosas alentadoras, pero no mires hacia abajo a pesar que tengas miedo, porque si lo haces pierdes y te hundes.
Me dijo también que, cuando estás en esa etapa de confusión y no sabes qué hacer, lo que te saca del fondo es la esperanza y lo que te sostiene es la confianza, ambas condiciones mentales esenciales para vivir.
Porque en realidad no nos hundimos en la vida en la etapa de confusión o cuando estás en el aire, sino cuando entra el miedo tras mirar para abajo.
Recordemos siempre que la esperanza es el combustible que hace funcionar nuestro corazón y no hay nada peor que un espíritu amputado que ya no quiere soñar, creer, crecer, ni vivir. Mientras que la esperanza es la razón por la cual los seres seguimos teniendo hijos en un mundo como éste, recontra complicado, podemos pensar que es por eso que existen las universidades, hospitales y hasta las iglesias. Si se pierde la esperanza se nos cae el futuro.
Cómo escribiría un compositor, si no esperara que una luz de belleza salga de esa creación musical, ni siquiera lo intentaría. Por ello, nunca te entregues pues pueden perder las extremidades, pero nunca puedes permitir que te amputen el alma ni la esperanza, porque quedarás muerto en vida.
(*) Periodista y sociólogo
* La Dirección periodística no se responsabiliza por los artículos firmados
