Opinión

La hoja de coca es verde

Por: Wilson Quispe Mamani

Mi viaje a Puno en la semana de representación coincidió con un paro convocado por los campesinos cocaleros de la provincia de Carabaya, que reclamaban al gobierno central reanudar una mesa técnica para tratar la erradicación del cultivo de la coca.

La hoja de coca es un producto milenario, se cultiva con fines medicinales y sagrados, según la cosmovisión andina. Su producción y consumo no trajo ningún problema en el Tahuantinsuyo, ¿por qué ahora se convierte en un problema mundial? La hoja de coca no es cocaína y el campesino cocalero no es un narcotraficante.

El cultivo de la hoja de coca es un problema económico-social. Los campesinos en situación de pobreza que no cuentan con servicios básicos, por el abandono del Estado, se ven en la necesidad de cultivarla por la demanda existente. Esta actividad les permite cubrir las necesidades básicas de su familia.

El campesino es un trabajador y un ciudadano, no se le debe tratar como a un delincuente. El Estado debe enfrentar a los narcotraficantes y a todos los que se benefician directa e indirectamente de la droga. Las fuerzas policiales deben acabar con los carteles del narcotráfico de Perú, Colombia y México que operan en nuestro territorio.

Los cocaleros se oponen a la forma represiva y unilateral de erradicación de sus cultivos. Los alcaldes y dirigentes de Carabaya realizaron viajes a Lima y conversaron con los representantes del Ejecutivo, pero sus demandas no se toman en cuenta y las promesas realizadas en campaña electoral no se cumplen.

La solución para los campesinos abarca varios aspectos: como desarrollar la industrialización de la coca; los cultivos alternativos; la promoción de un mercado interno; la construcción de carreteras; el apoyo técnico-científico; y préstamos para la agricultura familiar.

La lucha contra el narcotráfico debe considerar varios frentes: el no ingreso de los insumos para la producción de las drogas; evitar el ingreso de avionetas para el transporte; detener la salida de la droga de los puertos; acabar con la demanda de las potencias; y fortalecer la unidad de inteligencia financiera para sancionar el lavado de activos.

Enfrentar el narcotráfico es muy complejo y están involucrados en el negocio autoridades, funcionarios y empresarios. Por lo tanto, resolver el problema atacando al sector más vulnerable, los campesinos pobres, es no atacar el fondo del asunto y ser cómplices, por acción u omisión, de los poderosos carteles de la droga.

Finalmente, expreso mi solidaridad con mis hermanos de Carabaya que están luchando por defender sus cultivos y la fuente de ingresos para mantener a sus familias. Apoyaré las justas demandas de mi pueblo a pesar de los ataques que estoy recibiendo por parte de un sector de la prensa. ¡La hoja de coca es verde!

(*) Congresista de la República por Perú Libre

(*) La empresa no se responsabiliza por los artículos firmados.

Related Articles

Agregue un comentario

Su dirección de correo no se hará público. Los campos requeridos están marcados *

Check Also
Close
Back to top button