Opinión

La estética y el delito (II)

Por: Martín Valdivia Rodríguez

Como ya se ha dicho, teniendo en cuenta diversas investigaciones, respaldadas por experiencias y resultados cuantificables –es decir, que no vienen de la subjetividad de la opinión o la especulación–, el desorden o descuido en el ornato, que en otras palabras es falta de belleza en la ciudad, llevan a los delincuentes a deducir que cometer sus fechorías en un lugar con estas características será más fácil porque allí no hay control ni vigilancia de la ley. Sin embargo, no es para tomar la frase “la belleza espanta a los delincuentes” de manera literal. Es decir, el embellecimiento de la ciudad sería solo un elemento de la gran estrategia de la lucha contra la inseguridad ciudadana.

Una táctica solo es parte de una estrategia. La estrategia se ocupa de cómo ordenar y tener bajo control todo el plan para lograr el objetivo. La táctica se encarga de aspectos puntuales y concretos. Eso significa que, en la lucha contra la delincuencia, que no se reduce a los asaltos y robos, sino que ahora es más compleja, con delitos como la extorsión, el sicariato, ciberdelincuencia, etc., hay una estrategia y muchas tácticas.

El tema de la belleza y su relación con el delito ha dado lugar a una vasta literatura, desde tesis universitarias hasta enjundiosos libros. En la obra “Belleza, fealdad y delito (o riqueza, pobreza y delito)” (Colombia, 2021), por ejemplo, se aborda el asunto a partir de los orígenes de la criminalidad y sus implicancias jurídicas. O la investigación “La estética en el acto del delito, el sentido de lo estético” (Universidad Militar Nueva Granada, España, 2020).

De tal manera que colocar macetas y luces LED con el objetivo de contribuir en la lucha por mejorar la inseguridad ciudadana debe ser parte de una táctica que contribuya a la estrategia, que en sí es mucho más compleja y tiene muchos elementos.

En estos tiempos, la criminalidad es muy compleja, diversa y variada. No podemos darnos el lujo de rehusarnos a aplicar nuevos métodos o técnicas en la lucha contra la delincuencia, siempre y cuando no se soslaye la importancia de la labor policial, tanto en la investigación o la inteligencia, como en el aspecto operativo, que tiene que ver con la vigilancia de las calles y los operativos de persecución y captura de delincuentes.

Si apelamos a la filosofía, podemos darnos cuenta de que históricamente la estética siempre ha guardado una estrecha relación con la ética. Y ambas, belleza y moral, se contraponen a la delincuencia. Ahí tendríamos otro argumento que, nos parece, aún no se ha abordado en el análisis. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.

Related Articles

Agregue un comentario

Su dirección de correo no se hará público. Los campos requeridos están marcados *

Check Also
Close
Back to top button