Entre los principales personajes históricos que han existido se encuentra el romano Cayo Julio César (100 A.C-44 A.C), perteneciente a la gens (conjunto de familias) Julia, más conocido como Julio César, al lado de Alejandro III de Macedonia (Alejandro Magno). Su vida y obra ha sido determinante en la historia de la civilización de Occidente, al punto que se puede dividir la comprensión de la historia antes de él y después de él, en la medida que antes de él existía la República romana y después de él, existió el Imperio romano.
Luego de escapar de la muerte de manos del gobierno del dictador Lucio Cornelio Sila y de manos de piratas del Mediterráneo, Julio César fue escalando social y políticamente en forma rápida y progresiva, ayudado en gran parte por su familia y parientes, así como por innatos talentos de iniciativa en todo orden de cosas.
Logró, en términos de conquista militar y expansión territorial, lo que ningún romano individualmente considerado logró, en la llamada “Guerra de las Galias”, contra los pueblos celtas, venciendo finalmente a Vercingétorix con una estrategia de combate muy elaborada e inteligente, extendiendo el dominio romano sobre territorios que hoy constituyen los países de Francia, Bélgica, Holanda y parte de Alemania, ingresando a la entonces inexplorada Britania.
Luego de su conocido cruce del Rubicón, en donde habría pronunciado la frase “alea iacta est” (“la suerte está echada”), venció a sus rivales, como Pompeyo, y a su regreso a Roma se hizo nombrar cónsul y dictador perpetuo, iniciando una serie de reformas económicas, urbanísticas y administrativas.
Pero sus opositores y enemigos de la República romana, en especial los senadores, en un complot asesinaron a Julio César en los llamados “Idus de Marzo”, lo que originó paradójicamente no una sobrevivencia ni fortalecimiento de la República, sino el reemplazo de ésta por el Imperio. Vivió en tiempos en donde había que destacar en el campo militar para ascender en la sociedad. Y lo que marca su diferencia con otros poderosos, es que habría destacado también como orador y escritor, pues entre sus obras escritas y conocidas que han perdurado se encuentran sus “Comentarios de la Guerra de las Galias” y sus “Comentarios de la guerra civil”.
Se ha dicho que antes de su magnicidio, se habría reunido con Cicerón, con quien había departido amenamente hablando de literatura y arte, pese a que no era partícipe de su dictadura.
(*) Analista politico
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