Un mensaje a la Nación de un presidente en circunstancias normales, por lo general es escrito por el premier con el apoyo de sus ministros y un equipo de asesores. Tal vez Alan García fue el único presidente que hacía solo, sin ayuda, sus discursos cuando gobernaba el país, aunque por lo general improvisaba, dadas sus facultades retóricas. Si se trata de un mensaje ante una situación como la que enfrentaba Pedro Castillo, en las postrimerías de su mandato, se precisa del apoyo de por lo menos dos personas. Más aún si el presidente tiene dificultades para expresarse, no acredita un bagaje cultural propio de un jefe de Estado y lo que va a expresar es muy delicado.
Castillo empieza de esta manera el discurso que leyó el 7 de diciembre del 2022: “La nefasta labor obstruccionista de la mayoría de congresistas, identificados con intereses racistas y sociales en general, han logrado crear el caos con el fin de asumir el gobierno al margen de la voluntad popular y del orden constitucional. Llevamos más de 16 meses de continua campaña de ataques sin cuartel a la institución presidencial, situación nunca antes vista en la historia peruana”.
Hay dos detalles interesantes en el texto. Primero, un error de concordancia de número, pues el sujeto es “la nefasta labor…” (singular) y no concuerda con el verbo “han logrado” (plural). Castillo suele cometer este tipo de errores al hablar, pero también al mismo doctor Aníbal Torres se le escapan algunos lapsus de este tipo. Ahora bien, realmente dudamos que Castillo conozca los significados de las palabras “nefasto” y “obcecado”, pues su léxico es muy limitado.
Veamos el último párrafo del aludido mensaje: “En este interregno, tal como lo hemos venido pregonando y haciendo desde el inicio, se respetará escrupulosamente el modelo económico basado en una economía social de mercado, que se sustenta en el principio que señala: tanto mercado como sea posible y tanto Estado como sea necesario”.
“Interregno” significa “espacio de tiempo en que un Estado no tiene soberano”, pero es bien difícil que Castillo supiera el concepto cuando se redactó el discurso que le costó su libertad.
En consecuencia, como lo afirma el Ministerio Público, todo indica que fueron Aníbal Torres y Betssy Chávez quienes estuvieron detrás del mensaje a la Nación del intento de golpe de Estado que dio Castillo sin contar con el apoyo de las Fuerzas Armadas ni la PNP. Todos se lavan las manos y se hacen los desentendidos, pero las investigaciones parecen estar cerca de la verdad. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.
