Opinión

Empujan al abismo

Por: Antero Flores-Araoz

Como bien sabemos, las izquierdas radicales teñidas del rojo comunismo, hacen su tarea para destruir la democracia e instaurar la dictadura marxista, pese a ser antihistórica, utilizando la misma democracia a través de elecciones. Esas izquierdas tienen varios cómplices y, en esta oportunidad me referiré a dos, siendo lo peor que no se dan cuenta de su complicidad, dada su penosa irresponsabilidad.

Uno de dichos cómplices son los partidos y las agrupaciones políticas de centro, que teniendo iguales, parecidos o simplemente similares programas gubernamentales e idearios, no se ponen de acuerdo para hacer frente colectivo o alianzas y en ésa forma evitar ser avasallados.

Otro de los cómplices son los funcionarios públicos, puestos en los cargos por los gobernantes de turno, que no ejercen sus facultades, deberes y atribuciones con eficiencia, principalmente en lo que son los servicios públicos esenciales para los ciudadanos, quienes esperan por si bien no óptima calidad, por lo menos que sea aceptable.

Sobre todo, el ciudadano llamado de a pie, es quien más es afectado por los servicios públicos deficientes. Si se trata de transporte público, tiene que hacer largas colas para tomarlo, viajar apretados y maltratados y muchas veces en vehículos faltos de seguridad y mantenimiento. Quienes fueron favorecidos por la fortuna, no utilizan tales vehículos sino los suyos.

Cuando tienen que trasladarse al interior del país, lo hacen vía terrestre, en caminos llenos de huecos y baches, sin el mantenimiento que corresponde y sufriendo incluso la falta de la seguridad vial. Quienes tienen mayores recursos, muy probablemente viajen a las principales ciudades de provincias mediante líneas aéreas, sin las incomodidades y deficiencias carreteras.

En lo que se refiere a educación, gran parte de nuestra niñez y juventud estudia en escuelas públicas, con profesores remunerados en forma insuficiente, teniendo que dobletear labores y sin tiempo de estar actualizados.  Salvo excepciones las escuelas del Estado se encuentran en mal estado y si es que no hubiesen asociaciones de padres de familia que sustituyen al Estado en sus obligaciones, los locales escolares estarían en ruinas. A la escuela privada no tienen acceso por falta de recursos económicos.

En cuanto a la salud, el tema es gravísimo, pues está en riesgo la propia vida. En los hospitales públicos el ciudadano común y corriente tiene que hacer largas colas desde la madrugada para ser atendidos.  Se les hace regresar una y otra vez pues los análisis, imágenes y otros estudios requeridos como son los electrocardiogramas, los hacen en fechas diferentes y distantes.  No existen las medicinas que recetan y el paciente tiene que comprarlas en farmacias y boticas.  A quienes tienen sus seguros privados y recursos para atención preferencia, no les sucede lo relatado.

Como efecto de todo lo reseñado, el ciudadano afectado por el mal trato de los funcionarios estatales simplemente deja de creer en el sistema y, torna sus ojos a los cantos de sirenas rojas.

Reflexionemos y exijamos que los funcionarios cumplan con sus deberes, para no empujarnos al abismo.

(*) Ex congresista de la República

(*) Ex presidente del Consejo de Ministros

* La Dirección periodística no se responsabiliza por los artículos firmados

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