En cuanto a la delimitación electoral, al ser la capital de provincia, Lima Metropolitana tiene una configuración especial. Sus vecinos propiamente dichos —los del Cercado de Lima— eligen solo al alcalde provincial y no a uno distrital. Sin embargo, la elección del burgomaestre limeño depende de los más de 6 millones de electores que hay en los 43 distritos de la provincia. Por eso, los candidatos, ahora más que antes, están recorriendo los distritos para hacer campaña con sus postulantes. Sin embargo, en su camino están encontrando las denominadas “sumas que restan”.
En las redes sociales circula, por ejemplo, un video donde aparecen un candidato a alcalde metropolitano y otro de un distrito del cono norte, lógicamente, ambos del mismo partido. Durante su discurso, el aspirante distrital comete lo que se podría denominar un bluf político al decir lo siguiente: “Quien habla ha sido oficial del Ejército. ¿Y qué sabemos nosotros del Ejército? Mandar tropa… ¡Media vuelta derecha…! ¡A la izquierda, izquierda! Nada más correr, mandar a la tropa… Cuando eres teniente, te cutreas la leche de los soldados, esas cosas…”.
¿Cuál fue la intención de esa reflexión? Perjudicar al candidato a alcalde provincial opositor, quien fue militar. Sin embargo, el tiro le salió por la culata, pues admitió que fue parte de una institución en la que, según él, todo era malo y hasta se caía en la cutra. De paso, el aspirante a burgomaestre también perjudicó al candidato provincial de su partido, quien lo acompañaba, pues el desliz fue muy criticado en las redes sociales.
Otro candidato distrital, al ser entrevistado en un canal de televisión, contaba que las vecinas le preguntaban “¿qué iba a hacer con esos señores que vienen de los cerros…?”. Agrega que les respondió: “Les voy a poner una malla eléctrica y que se electrocuten, pues”. Luego, al darse cuenta del error, dijo que “eso no se puede hacer” y que “los señores que vienen de los cerros, que viven en las zonas más agrestes y dificultosas, vienen a disfrutar de Lima (…)”.
Este lenguaje discriminador, despectivo y clasista fue uno de los factores que le impidieron a la derecha ganar las elecciones presidenciales pasadas, pero insisten. Dicen que el golpe enseña, pero ellos siguen sin aprender. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.
