Después que el lagarto Martín Vizcarra, un grupo fuerte y bien montado del caviaraje y algunos ingenuos políticos manipulados por la prensa concentrada, conspiraran contra la flamante gestión en el año 2018 del fiscal de la Nación Pedro Gonzalo Chavarry, quien había advertido que iba a investigar a profundidad los malos manejos de la gestión de Vizcarra y otros expresidentes, lograron finalmente su cometido apartándolo de la conducción del Ministerio Público, al punto de ungir como la nueva Fiscal de la Nación a la doctora Zoraida Ávalos Rivera, quien tenía antecedentes bastante polémicos como para asumir el máximo cargo en dicha institución.
Instalada como fiscal de la Nación un grupo peligroso de la prensa empezó a manejar políticamente la fiscalía a su antojo, con fiscales mediáticos que con la excusa del mega caso de corrupción internacional lava jato empezaron a salir permanentemente en los medios como estrellas de cine, incluso con acciones que violaban el principio de presunción de inocencia de investigados, y vulnerando flagrantemente el principio de independencia y objetividad que debe regir en fiscales y magistrados, todo esto con la extraña obsecuencia de la señora Zoraida Ávalos. Lo paradójico del caso es que cuando había denuncias o investigaciones que podían comprometer al gobierno vizcarrista, la flamante fiscal de la Nación era ciega, sorda y muda, demostrando parcialidad con el poder de manera descarada.
Hace poco más de 20 años, en la nefasta década de los noventa, en plena era del montesinato y gobierno de Fujimori, reinó con vergüenza para el país la fiscal de la Nación Blanca Nélida Colán, la preferida y mano derecha de Vladimiro Montesinos. Colán era la encargada de taponear las investigaciones de aquel corrupto régimen, de cambiar fiscales para perseguir a los opositores políticos del gobierno, incluso, con desparpajo llegó a decir que Vladimiro Montesinos era un “héroe de la democracia” que luchaba contra el terrorismo y el narcotráfico, y que ponía las manos al fuego por tan oscuro personaje.
Luego de caído el régimen montesinista, la ex fiscal de la Nación sufriría condena y carcelería por ocho años. Como un dejavú, la era de Blanca Nélida Colán ha regresado. La señora Ávalos no ha aprendido de la historia republicana reciente. Ella es fiel a todos los gobiernos de turno: Martín Vizcarra, Francisco Sagasti y ahora de Pedro Castillo. Reiteradamente, se ha encargado de hacerse de la vista gorda en los serios casos de corrupción que comprometen a dichos gobiernos. Pero cuando se trata de la oposición siempre está presente para liderar dichas “gestas” y atacarlas.
Hace un año y medio, cuando yo era congresista, la denuncié pidiendo garantías a la Defensoría del Pueblo, cuando la propia secretaria de Palacio de gobierno denunció que se había reunido con Vizcarra después de un Consejo de Estado para conspirar contra mi persona y perseguirme con denuncias falsas por el solo hecho de ser un furibundo opositor al presidente de turno. Luego tuvo la frescura con todo su poder de amenazar con querellar a dicha testigo, Karen Roca. Tarde o temprano, la inefable señora Zoraida Avalos terminará como su homóloga y maestra Blanca Nélida Colán.
(*) Vice presidente y excongresista de la República
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