Opinión

El clave papel del primer ministro

Por: Martín Valdivia Rodríguez

En la historia política del Perú hubo primeros ministros de gran protagonismo y trascendencia, que fueron mano derecha del presidente de turno y hombre orquesta del gabinete, aunque también hemos tenido a varios que no pasaron de simples escuderos. Sabemos de las credenciales profesionales y la experiencia en política y diplomacia de Gustavo Adrianzén, pero ser presidente del Consejo de Ministros es otro cantar, como se decía antes; de otro leve, como dicen los jóvenes de hoy. Adrianzén inició ayer su ronda de diálogos con las bancadas del Congreso en busca del voto de confianza para lograr la investidura. Ahora sí empezó lo bueno.

Prácticamente se sabe de antemano sobre qué versarán esas reuniones del premier con las bancadas de los partidos políticos. Adrianzén ofrecería, principalmente, una economía responsable y disciplina fiscal, pero con enfoque social, acelerar la generación de empleo con apoyo para los sectores emergentes, como la micro, pequeña y mediana empresa. Además, la reactivación de obras paralizadas y lucha más efectiva contra la corrupción. Y, claro está, pronta solución en los asuntos más álgidos, como la inseguridad ciudadana, las deficiencias en el sector salud y los problemas que tienen algunos ministros, ya sea por ineficiencia en su labor o ciertos nubarrones en sus hojas de vida.

Las principales bancadas, por su parte, exigirán la renuncia de algunos ministros, principalmente la del Interior y de Salud, dos sectores donde la crisis avanza sin visos de solución. Es muy posible que el voto de confianza de las bancadas se condicione con la salida de dichos ministros o la de Cultura y de Energía y Minas, aunque en estos dos últimos casos la cosa no está tan peliaguda y el premier podría convencer a los parlamentarios para que ambos permanezcan en sus cargos.

El timón de la PCM ha estado al mando de hombres preclaros, incluso en tiempos de dictadura. Han pasado por ahí Luis Alberto Sánchez, Juan Carlos Hurtado Miller, Javier Pérez de Cuéllar y Manuel Ulloa. Casi todos duraron muy poco, generalmente menos de un año, pero el más fugaz fue Héctor Valer, quien estuvo apenas siete días en el cargo. Cerca de él estuvieron Pedro Angulo (13 días) y Betssy Chávez (11 días), lo cual confirma la inestabilidad política en los últimos años.

Uno de los que más duró en el cargo de premier fue Pedro Beltrán, periodista y director de La Prensa, quien también fue ministro de Economía y Hacienda y orientó al país a una economía de tipo liberal, saneó las cuentas públicas y cortó los gastos innecesarios. Curiosamente, actualmente también urge garantizar y aplicar estas medidas. Mañana continuamos. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.

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