Opinión

El adiós del asesino Hugo Blanco

Por: Omar Chehade Moya

El 21 de abril de1982, el diputado Hugo Blanco Galdós escribió un artículo en el diario subversivo “Marka”, en el que hace una oda, una apología al grupo terrorista Sendero Luminoso con el título: “No aislemos a Sendero”, en la que arenga a los leninistas y troskistas a seguir en “la lucha” por la captura del poder, expresando de que “la violencia revolucionaria debe ser producto del movimiento de masas”.

Señalaba que “no había que condenar a Sendero Luminoso por ser un sector revolucionario diferente al esquema democrático” que, a contramano del marxista, sostiene un estado constitucional y social de derecho que garantiza la paz, la vida y la dignidad del ser humano por encima de cualquier otro bien jurídico.

No hay que olvidar que el ex asambleísta, diputado y senador Hugo Blanco asesinó al policía Hernán Briceño el 14 de noviembre de 1962 en Anta, Cusco y mandó matar a otros más, luego de un levantamiento campesino.

Fue llevado preso. Debió ser fusilado por condena a muerte, pues la pena capital estaba contemplada en la Constitución de 1933, pero una campaña internacional lo salvó, por eso lo condenaron a 25 años de prisión, pero el régimen socialista de Juan Velasco Alvarado lo liberó ocho años después, en 1970, a través de una amnistía deportándolo a México en 1971.

Posteriormente, estuvo en Chile haciendo labores de “agitación social” por ello después del golpe de Pinochet huyó asilado a Suecia donde se mantuvo un tiempo. Más adelante para tener cierta fachada democrática pasó a las filas partidarias del FOCEP (Frente Obrero Campesino Estudiantil y Popular) de Genaro Ledesma Izquieta, donde fue integrante de la Asamblea Constituyente en 1978, luego diputado en 1980 y senador en 1990, hasta el golpe de estado de Alberto Fujimori el 5 de abril de 1992.

Hace pocos días acaba de fallecer Hugo Blanco, y por supuesto no se han hecho esperar los lamentos y homenajes de viejos y nuevos comunistas como Verónika Mendoza o el historiador Nelson Manrique.

Sin embargo, no debemos olvidar nunca a personajes siniestros como Blanco Galdós, que, con la fachada de defensor del campesinado, han colaborado permanentemente a la destrucción del país y del estado de derecho, incluso defendiendo ideologías criminales como las de Sendero Luminoso o el MRTA.

Los peruanos debemos recordar los nombres de estos luctuosos personajes de la historia que llevaron su doctrina de odio, resentimiento y muerte. En 15 años de lucha contra el terrorismo, decenas de compatriotas perdieron la vida asesinados por la subversión, con atentados, aniquilamientos, coches bomba y masacres socavando así nuestra economía, destruyendo los empleos, la riqueza del país, y la propiedad pública y privada. Recordar siempre a los actuales apologistas del terror, e incluso a personajes de la prensa que hoy tratan de pintarse falsamente como íntegros, cuando en verdad, además de “mermeleros”, cargaron en hombros al propio Hugo Blanco en las puertas del Congreso. Por eso, ni olvido ni perdón para estos engendros comunistas, falsos valores.

(*) Exvicepresidente del Perú

* La Dirección periodística no se responsabiliza por los artículos firmados

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