Opinión

Día Mundial del Agua y Educación

Por: David Auris Villegas

¿Se podrá resolver la escasez de agua potable en Perú, solo con un corazón sensible, como dijo la presidenta Dina Boluarte? Lamentablemente, no se puede solucionar con un discurso tercermundista. Necesitamos ciencia, tecnología, gobernanza, presupuesto y educación hídrica, para potabilizar tanta agua dulce que se pierde en el mar, ante la mirada sedienta de muchas personas.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU), con el propósito de fomentar una conciencia global hídrica, cada 22 de marzo, conmemora el Día Mundial del Agua. Su agenda se centra en el agua para la existencia del planeta y su gestión eficaz. En esta línea, el experto Pedro Arrojo Agudo propone una nueva cultura de agua para preservar la salud de los ríos, como un derecho humano, especialmente en las comunidades más vulnerables.

De igual manera, el Objetivo del Desarrollo Sostenible incentiva a los países, lograr agua limpia para todos. Israel es un Estado situado en medio del desierto que, de forma exitosa, lidera el objetivo 6 de los ODS. Se ha convertido en un exportador de agua gracias a su tecnología de desalinización basada en la osmosis inversa, el moderno riego por goteo y una acertada gobernanza y cultura de agua a través de la educación ciudadana.

Esta revolucionaria innovación ofrece una esperanza para la humanidad que, si no adoptamos esta forma de vida, claudicaremos nuestra posibilidad de una vida futura. Cada país está en la obligación de invertir más capital y enfocarse en la transferencia y el desarrollo de la tecnología para la producción de agua potable. Podría llevarse a cabo una campaña publicitaria educativa, promoviendo un consumo responsable de agua, de la mano con las personalidades más representativas del país, al igual que hace Israel.

Con el fin de contrarrestar la crisis, resulta imperativo la inclusión transversal de la educación hídrica en el plan de estudios de las instituciones educativas. Los proyectos que involucran la creación de jardines y el reciclaje de agua para regarlos es clave. Los educadores, como líderes sociales, pueden contribuir al fomento de los hábitos de una cultura del cuidado de agua como estilo de vida.

A pesar de la ausencia de una carrera profesional sobre agua en nuestro país, no es impedimento para que las universidades puedan establecer líneas de investigación hídrica, en sus programas de pregrado, maestría y doctorado. La publicación de revistas y artículos científicos indexados sobre la producción y cuidado de agua potable es fundamental para su cultivo razonable.

Sin duda, se trata del oro líquido más relevante de la humanidad. Su gobernanza, con inteligencia pedagógica y tecnología sostenible, es una responsabilidad de toda la ciudadanía.

(*) Escritor peruano, columnista pedagógico, profesor universitario y creador del ABDIVCP.

* La Dirección periodística no se responsabiliza por los artículos firmados

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