Opinión

Convergencia Democrática

Por: Francisco Diez-Canseco Távara

En un escenario en el que la mayor parte de los partidos políticos son meras maquinarias electorales desprovistas de contenido ético e ideológico; en el que se habla de “dueños” de esos remedos de organización política y en el que, en muchos casos, la defensa y promoción de los intereses de los “dueños” está por encima de la indispensable lucha por los altos intereses de la Patria, no es sorprendente que, ante el lanzamiento de la Convergencia Democrática, algunos pocos áulicos de la corrupción se hayan lanzado a criticarla en absoluta desinteligencia con el propósito central de esta alianza ética en la que, como Presidente de Perú Nación, participaré en calidad de vocero sin postular a cargo alguno.

Quienes, para usar una definición tradicional, en la izquierda o centro democrático o en la derecha ideológica -el resto es mercantilismo- comprendemos el inmenso riesgo que corre el Perú, nuestro Perú, con un gobierno corrupto, incompetente y, ciertamente, comunista, estamos en la obligación de cerrar filas para salvar a nuestro país.

No es la hora del cálculo personal ni mucho menos del interés partidario. Es la hora de medir como, en sólo 6 meses, el gobierno del sombrero ha hundido nuestra economía, intenta copar las instituciones en forma delictiva, persiste en el nombramiento de allegados a Sendero Luminoso y ha puesto en evidencia visibles y clamorosos actos de corrupción con una Fiscal de la Nación que se lava las manos ante evidencias palpables, a través de una interpretación restrictiva y politizada del artículo 117 de la Constitución que no impide investigar al Presidente de la República como pretende dicha funcionaria.

Vivimos tiempos turbulentos y angustiosos, en un escenario que no es, como señalan algunos, de incertidumbre: podemos tener la absoluta certidumbre de lo que pretende el gobierno de Castillo cuando nombra prefectos allegados a Sendero Luminoso ad portas de las elecciones municipales y regionales y cuando persiste en el empeño de esa “Nueva Constitución” comunista con la que embaucó a un importante sector del electorado para luego declarar, cuando llegó al Poder, que no existe, que no hay un texto, que será redactada en su inconstitucional e inexistente “Asamblea Constituyente”.

Por todas estas razones y muchas más requerimos una amplia Convergencia Democrática para establecer una democracia con justicia social y sin corrupción.

(*) Presidente de Perú Nación

(*) Presidente del Consejo por la Paz

(*) La empresa no se responsabiliza por los artículos firmados.

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