El gobierno no tiene visión holística de cómo enfrentar la criminalidad

Es indudable que la propuesta de una “policía de orden y seguridad” para fortalecer la Seguridad Ciudadana es el tema del momento. En este documento resaltamos los riesgos y su sustento desde un punto de vista y análisis político criminal.

Antes que nada haremos algunas consideraciones sobre el desarrollo histórico de los procesos de gobierno desde 1990.

Desde esta fecha terminó la coyuntura marxista revolucionaria (debido a la caída de los movimientos revolucionarios en América Latina y caída del Muro de Berlín en Rusia), el cese de su estrategia “el poder nace del fusil”.

En este punto, comenzó la nueva estrategia “el poder a través del voto”, los movimientos marxistas en el Perú, (así como en otros países) intentando amalgamarse al poder de control de sus respectivas sociedades, a través de elecciones.

En esta misma línea de tiempo tenemos en paralelo al accionar del Foro de Sao Paulo, considerado por la estrategia cubana para influenciar y controlar los procesos políticos sudamericanos.

Este avanzó y cada país que se unió ha añadido su cuota. Brasil (financiamiento Odebrecht); Colombia (estrategia de criminalidad en otros países y centros de gravedad del narcotráfico); Venezuela (ejercicio de la presión social a través de migraciones forzadas y apoyo con petróleo para la expansión en el Caribe); Bolivia ejercicio de presión en torno a reservas minerales y contrabando.

El Perú es un país en que “no se requiere gobierno de derecha ni de izquierda” porque en el Perú, cada grupo político, cada minoría, cada órgano de prensa, “hace lo que quiere”.

Hoy en el Perú la criminalidad avanza en las calles, liderada por los llamados agentes puestos. La principal delincuencia colombiana, venezolana y el narcotráfico han asimilado a los delincuentes natos.

Ante las circunstancias actuales, la mejor respuesta es la implementación de la pena capital, el ejercicio de la autoridad nacional, el restablecimiento del servicio militar, el apoyo a la institucionalización y promoción de nuestras FF.AA. y PNP, sin injerencias.

Debemos mejorar la formación (instrucción) policial con un mejor currículo, más práctica y entrenamiento para detenciones y capturas y manejo diestro de armas de fuego; antes que reprimir, prevenir. Fortalecer la inteligencia operativa y la investigación policial con el apoyo de la ciencia criminalística.

(*) Presidente de APROSEC

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