El déjá vu describe el Diccionario de la Real Academia Española, “como un tipo de paramnesia del reconocimiento de alguna experiencia que se siente como si se hubiera vivido previamente.
Básicamente, se trata de un suceso que ya ha sido vivido”. A la ex fiscal de la nación, Zoraida Ávalos, ya la hemos vivido antes con la señora Blanca Nélida Colán, aquella fiscal que se prestó al juego de Vladimiro Montesinos para asaltar el Ministerio Público, y dirigir las denuncias contra los adversarios políticos del régimen fujimorista luego del autogolpe de estado del 5 de abril de 1992.
Colán fue digitada por aquel régimen para pervertir la Fiscalía de la Nación, colocar y supervisar fiscales adictos al régimen y encubrir las fechorías del gobierno. Todas las denuncias contra el régimen fujimorista eran inmediatamente archivadas.
A tal punto llegó el encubrimiento, que cuando el gobierno llegaba al peor punto de putrefacción y fue entrevistada para un programa de televisión sobre las fechorías de Montesinos y su cercanía con la red de narcotráfico, dijo: “el señor Vladimiro Montesinos es un héroe nacional, con su trabajo e inteligencia el Perú está derrotando a la organización criminal del narcotráfico”, cuando el periodista gobiernista le retrucaba acerca de las afirmaciones del narcotraficante Demetrio Chávez Peñaherrera “el Vaticano” (amigo y socio de Pablo Escobar) quien preso había dicho que Vladimiro Montesinos lo había mandado torturar con corriente eléctrica para que no hable nada, la ex fiscal de la Nación, Blanco Nélida Colán, hizo una defensa cerrada de Montesinos, diciendo que era un héroe de la lucha contra el narcotráfico y la subversión, rematando: “¿a quién cree más usted señor periodista, a un héroe o a un delincuente narcotraficante?”
Dos años más tarde cuando se desplomó el régimen fujimorista y empezaron a publicarse los famosos vladivideos de la vergüenza, en alguno de ellos aparecería la comisaria del régimen fujimorista Blanca Nélida Colán, en reunión con el oscuro asesor festejando el cumpleaños N° 13 de Samantha, en compañía de sus padres, Vladimiro Montesinos y Trinidad Becerra, junto al traficante de armas, James Stone Cohen y el entonces vice ministro del interior.
Por supuesto, que hubo muchas reuniones de “coordinación” entre ambos, incluido desbalance patrimonial de la fiscal, y la compra de un inmueble que lo había obtenido junto a su hermana en un lujoso distrito de la capital.
Luego de caer el régimen que la sostuvo por años, la justicia se encargó de juzgarla y encontrarla culpable de varios delitos de corrupción, y condenarla a varios años de cárcel. Blanca Nélida Colán, la tristemente célebre todopoderosa, pasó varios años de su vida en la cárcel de Santa Mónica en Chorrillos, repudiada por su vergonzoso comportamiento.
En cuanto a Zoraida Avalos, nada nuevo al respecto. El mismo comportamiento encubridor con los gobiernos de turno. Primero con el inefable Martín Vizcarra: “el lagarto” quien la llevó al poder, luego con Francisco Sagasti, hasta terminar de apañar al corrupto y defenestrado golpista Pedro Castillo. Ciega, sorda y muda, al estilo de “Shakira”, no hacía nada para investigar a todos estos presidentes, pero muy activa para acosar a los adversarios políticos de “sus patrocinados”.
Esta vez ha hecho bien el Congreso en inhabilitarla por 5 años a ejercer función pública, destituirla de su cargo y acusarla constitucionalmente ante la justicia. Ya sabemos que seguirá el camino de su mentora Colán, ¡qué duda cabe!
(*) Exvicepresidente del Perú
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