El 28 de agosto de 1929, se da cumplimiento a la entrega de Tacna, al haberse celebrado un tratado en que se repartía el territorio retenido indebidamente por Chile por no haberse llevado a cabo el plebiscito establecido en el tratado de Ancón de 1883.
El Perú siempre pidió la celebración del plebiscito desde antes de cumplirse los 10 años de plazo propuesto en el tratado de Ancón, allí están las negociaciones Jiménez-Vial Solar (1894), la misión Porras (1896) y hasta el Protocolo Billinghurst-La Torre (1898). La respuesta a los esfuerzos peruanos fueron la chilenización de los territorios en disputa, siendo las medidas más abusivas la expulsión de los sacerdotes peruanos, el cierre de los diarios y clubes de nuestros compatriotas y también de las escuelas peruanas. Y adicionalmente a los jóvenes se les obligaba a prestar servicio militar a ordenes chilenas, y para evitar esa medida, se salía del territorio ocupado para llegar a la frontera del río Sama y comenzar otra vida.
El Perú exigía el arbitraje para terminar con el conflicto, y así se llegó a 1922 donde se sometió todo el proceso al presidente de los EEUU quien determinó en su laudo de 1925 la entrega de Tarata ocupada indebidamente por Chile, mientras que las provincias de Tacna y Arica debían ser sometidas al plebiscito no obstante el plazo ya vencido para realizarlo.
Fiel al cumplimiento de los pactos que suscribe, el Perú se preparó para el plebiscito y se propuso la seguridad de los votantes como requisito previo. Las inscripciones se iniciaron y muchos peruanos se presentaron a la justa plebiscitaria; algunos que regresaban a su hogar, al verlos ocupados por chilenos fueron socorridos por el Gobierno porque en una audaz adquisición se logra comprar un enorme terreno en Arica llamado “el Chinchorro” donde se emplazaron carpas habitadas como hogar momentáneo y de allí presentarse sin mayor dificultad al plebiscito.
Como quiera que no hubo garantías para que un plebiscito libre y justo como lo pedía el árbitro norteamericano en su laudo, la Comisión Plebiscitaria aprobó por mayoría la moción Lassiter culpando a Chile de la impracticabilidad del plebiscito.
Durante el periodo plebiscitario se cometieron constantes abusos por las autoridades chilenas contra la población peruana, todos ellos documentados en publicaciones del ministerio de Relaciones Exteriores, y ante la situación existente se concluyó en repartir el territorio de tal manera que Tacna quedaba en el Perú y Arica era retenida por Chile quedando el Perú conectado con su puerto natural por servidumbres de ferrocarril y otras condiciones más.
Todo esto no fue fácil para los peruanos de los territorios ocupados, muy en especial lo sufrido por la mujer de la zona plebiscitaria que al decir de José Agustín de la Puente es el personaje del siglo XX.
El 26 de agosto último como parte de las celebraciones de la reincorporación de Tacna al Perú, se ha colocado una placa en conmemoración a todos aquellos que fallecieron durante la campaña plebiscitaria. La placa fue colocada en el frontis de la municipalidad de Tacna por mandato de la Ley N° 9982, cumpliéndose la norma después de setenta y ocho años de publicada.
Al celebrarse los 93 años del retorno a la soberanía nacional, la nación peruana sigue estando en deuda con Tacna que por su arraigado patriotismo logró una página tan dolorosa como bella de nuestra memoria y que la colocan en un lugar de privilegio en la historia universal.
(*) Abogado y excongresista
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