Las cartas están echadas. Finalmente, Karelim López se acogió a colaboración eficaz y ante una fiscal de lavado de activos, confesó graves delitos relacionados con Pedro Castillo, así como diversos hechos que involucran a familiares y gente muy cercana a él.
En otro momento de sus declaraciones ha mencionado la existencia de una mafia que se habría establecido en el MTC y los vínculos de esta organización criminal con cinco congresistas de Acción Popular.
Para quienes venimos combatiendo a este gobierno corrupto e inepto nada de esto nos sorprende. Pero sin duda ha de ser lo poco que faltaba para poner en absoluta evidencia la necesidad de la vacancia inmediata de Castillo y Boluarte y la convocatoria a elecciones. La más desvergonzada corrupción, el desgobierno, la mentira, la demagogia, el enfrentamiento entre peruanos, la idiotización de las masas, la manipulación de la verdad y la mentira como estilo de vida definen a este precario gobierno. Su fuerza se basa en la división de los peruanos, en el avivamiento del odio, en la ruina de las instituciones y el reino de los sentimientos más elementales. Sólo así es posible consolidar una tiranía tan vulgar y oscura.
Ya no queda lugar para posiciones moderadas ni neutrales. Es el momento de jugársela por el Perú. Castillo actuará como una rata acorralada y en su desesperación es capaz de todo. Es también el momento en que las Fuerzas Armadas han de estar a la altura de las circunstancias y dar la espalda a la mafia que pretende tomar el país como un botín.
El congreso debe dejar de lado la actitud timorata que ha venido mostrando. Castillo no tiene ni la fuerza ni el respaldo para poderlo cerrar y como único espacio democrático que nos queda debemos defenderlo a la vez que el propio congreso de acuerdo con el mandato constitucional libra a Perú de la banda de delincuentes neosenderistas que han tomado el poder.
Vivimos una hora crucial y dramática para la patria. Ha llegado el momento de recuperar las instituciones, defender la libertad y sostener los valores y principios que el gobierno ha pisoteado.
(*) Analista político
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