Opinión

Un respaldo que pesa

Por: Martín Valdivia Rodríguez

Cuando Pedro Castillo leyó, con voz temblorosa, su último mensaje a la nación, las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional no le dieron su respaldo. Todos los ministros presentaron sus cartas de renuncia. Ninguna institución o autoridad quiso avalar tamaña acción inconstitucional y ser cómplices de un golpe de Estado. Ayer se dio la otra cara de la moneda. La presidenta Dina Boluarte observó el cambio de guardia en Palacio de Gobierno y estuvo acompañada de las máximas autoridades de organismos tutelares del país.

Luego del discurso de Castillo, aquel 7 de diciembre de ingrata recordación, renunciaron hasta Betssy Chávez —entonces premier y la más recalcitrante y acérrima escudera del entonces mandatario— y todos los ministros. En otro escenario, en el Congreso se aprobó su vacancia de Castillo por 102 votos a favor, 6 en contra y 10 abstenciones (hubo 12 ausencias). Hasta congresistas de Perú Libre y el Bloque Magisterial votaron a favor de la destitución del entonces presidente. Es decir, ni la izquierda, menos la derecha, quisieron comprometerse con legitimar una medida ilegal e inconstitucional.

Con la presidenta Dina Boluarte pasa todo lo contrario. Las bancadas de Fuerza Popular, Renovación Popular, Acción Popular, Alianza para el Progreso y Somos Perú, que en conjunto suman la mayoría de votos en el Congreso, han cuestionado los allanamientos ejecutados por la Fiscalía de la Nación en la casa de la presidenta y Palacio de Gobierno. Califican la medida como abuso de poder y un intento de desestabilizar país.

Por su parte, la Unión de Gremios, que agrupa a 151 instituciones empresariales, como ADEX, SIN, Perú Cámaras, Canatur y otras de Lima y el interior del país, cuestionó los allanamientos y observó un irrespeto a la investidura presidencial. Además, advirtió que se estaría proyectando “la imagen de un Perú inestable y con una débil seguridad jurídica ante la comunidad internacional, lo cual desalienta las inversiones y, por ende, nuestro desarrollo económico y social”.

Ayer, durante el tradicional cambio de guardia en Palacio de Gobierno, flanquearon a la presidenta el premier Gustavo Adrianzén y el ministro de Defensa, Walter Astudillo. También estuvieron a su lado el jefe del Comando Conjunto de las FF.AA., David Ojeda Parra; el comandante general de la Fuerza Aérea del Perú, Carlos Enrique Chávez Cateriano, y el comandante general de la Marina de Guerra del Perú, Luis José Polar. Esa es la foto de la situación, un respaldo que pesa. La defensa de la institucionalidad democrática parece estar garantizada por el bien del país.Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.

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