Opinión

El fracaso municipal en materia de limpieza pública

Por: Fernando Cillóniz Benavides

Hace un par de años, la Contraloría General de la República reveló el fracaso municipal en materia de limpieza pública y tratamiento de residuos sólidos. En ese sentido, el hallazgo de la Contraloría no constituyó ninguna novedad. La basura no sólo está “a la vista”, sino que también está “al olfato”. Efectivamente, aparte de ser fea, la basura apesta.

Calles y plazas inmundas. Ríos, lagos y mares atiborrados de plásticos. Y en vez de rellenos sanitarios, botaderos de basura donde pululan recicladores –hombres, mujeres y niños– en simbiosis con ratas, gallinazos, moscas, chanchos, perros, gusanos y todo tipo de microorganismos. Eso es lo que consignó la Contraloría en su informe denominado “Por una Ciudad Limpia y Saludable”.

Los gobiernos locales son los responsables de este descalabro ambiental. Es decir, las municipalidades. Ahora bien –es verdad– hay distritos limpios en nuestro país. Por ello, mis respetos a los buenos alcaldes que han logrado dignificar la vida de sus vecinos y visitantes. Pero son los menos. Lamentablemente, a la gran mayoría de alcaldes de nuestro país, la basura les importa un bledo.

Pregunto: ¿para qué sirve el Ministerio del Ambiente? ¿Para qué sirven los órganos adscritos a dicho Ministerio? Me refiero al Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), al Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (SERNAMP), al Servicio Nacional de Certificación Ambiental (SENACE), al Sistema Nacional de Información Ambiental (SINIA), y todas las direcciones ambientales de los Gobiernos Regionales y Locales de todo el país. Incluso ¿para qué sirve el Ministerio de Salud? ¿Acaso la contaminación ambiental no es dañina para la salud humana? ¿Y el Ministerio de Agricultura? ¿Y el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo? ¿Acaso la basura no atenta contra la sanidad agraria y el turismo receptivo?

No cabe duda. El Perú es un fracaso estrepitoso en materia ambiental. La pregunta es: ¿y ahora qué? ¿Alguien cree que las Municipalidades del país van a recapacitar y –de buenas a primeras– empezarán a cumplir sus obligaciones respecto al recojo de basura y tratamiento de residuos sólidos? ¿Del cielo aparecerán rellenos sanitarios aquí y allá, y desaparecerán los botaderos de basura municipales?

No quiero ser aguafiestas, pero me temo que la basura seguirá tal cual y los botaderos también. Nada va a cambiar en nuestras ciudades. El informe de la Contraloría –una vez más– quedó guardado en los archivos de las municipalidades involucradas en el operativo en cuestión. Los Gobiernos Locales jamás serán capaces de cumplir la ley, e imponer el orden en la materia.

El Ministerio de Vivienda tampoco está capacitado para corregir el problema. Un organismo autónomo –tipo Banco Central de Reserva (BCR)– debe asumir la función de la limpieza pública y tratamiento de residuos sólidos en todo el país. Seamos sinceros. La corrupción, la indolencia y la inoperancia municipal seguirán para largo. Así como están las cosas, los peruanos jamás viviremos en ciudades limpias y saludables. Por eso, bien vale la pena crear el organismo autónomo antes mencionado, y que este convoque a un concurso público para que empresas especializadas en la materia se encarguen de la recolección de la basura y tratamiento de los residuos sólidos en todas las ciudades del país. ¡No queda otra!

Total, no tenemos nada que perder. En materia de limpieza pública, es imposible estar peor de lo que estamos.

CILLONIZ.PE

(*) Exgobernador regional de Ica

(*) La empresa no se responsabiliza por los artículos firmados.

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