Opinión

Última vez que extiendo la mano

Por: Jorge del Castillo Gálvez

El incompetente Pedro Castillo Terrones, en un amenazante discurso de plazuela, ha lanzado esta velada amenaza “Última vez que extiendo la mano”, refiriéndose a supuestas invitaciones a la oposición democrática del Congreso para que se sumen a la acción de gobierno.

Por lo señalado por personas informadas y por voceros de los partidos, en ningún momento ha habido invitaciones formales para establecer diálogos; los encuentros en la PCM no pasaban de mecidas sin objetivo alguno.

Lanzar al aire por Twitter, u otro medio, una convocatoria abierta y genérica no es extender la mano para un diálogo político, sino estoy seguro que más de un partido o bancada de esos cercanos al gobierno se habría acercado a la Casa de Pizarro.

Por otro lado, en reciente discurso en las pampas de Junín, ha insultado a la oposición calificándolos como “realistas”, feo agravio contra patriotas que están luchando por liberar al Perú del yugo totalitario.

¿Cómo puede en el mismo acto invitar a dialogar e insultar a los invitados? ¿Esa es la educación que tiene un profesor a quien sus ayayeros le dicen amauta?

Es posible que no solo carezca de comprensión lectora, sino también comprensión de lo que dice, como acertadamente menciona Beto Ortiz, pues la contradicción no puede ser flagrante.

A quienes si les extendió la mano fue a la gavilla de pendencieros que lo rodearon: secretarios, ministros, sobrinos, delincuentes comprobados y que buena parte de ellos ahora son colaboradores eficaces.

También le extendió la mano a Vladimir Cerrón, delincuente rematado, a quien se le acaba de incautar más de 3 millones de soles en diversos bancos, captados principalmente en el 2013, cuando ejercía la Gobernación Regional de Junín. Y pese a esto siguen tomados de la mano.

A quien también le extendió la mano -y no se la suelta- es al PCM Aníbal Torres, quien hizo una pantomima al poner su cargo a disposición, con el evidente propósito de tender una cortina de humo y distraer su frustrada declaración en la Fiscalía de la Nación. Esa pantomima de supuesta renuncia era lo más parecido al dicho “no quiero, no quiero, échamelo al sombrero”.

Tampoco es ajena al momento político la amenaza al programa Panorama, lo que evidencia una actitud autoritaria y peligrosa, pues la primera víctima del comunismo es la prensa libre.

Todo este mal ambiente, demuestra que Pedro Castillo sabe que está en las finales y que la mayoría del pueblo peruano, incluidos algunos de sus aliados le piden que renuncie y que podrían votar por su vacancia.

Entonces no se le ha ocurrido mejor idea que anunciar que saldrá a las calles a defender a su gobierno, pero las calles ya no lo acompañan; además las calles no se movilizarán para proteger corruptos.

¡Más bien renuncie, antes que las calles lo saquen a usted!

(*) Excongresista de la República

(*) Expresidente del Consejo de Ministros

* La Dirección periodística no se responsabiliza por los artículos firmados

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