Opinión

La bandera del Perú

Por: Víctor A. García Belaunde

La Bandera es un símbolo de la patria que se encuentra descrita en el artículo 49° de nuestra Constitución, allí se definen sus campos verticales y los colores de estos, constituyéndose en el emblema o distintivo de la nación peruana.

Al momento de proclamarse nuestra independencia, San Martín, y después José de Torre Tagle, le dieron al Perú distintivos provisionales, siendo la constante en todos los colores rojo y blanco. Finalmente es Bolívar quien por decreto de 25 de febrero de 1825 crea nuestra actual bandera y desde esa fecha no ha tenido ninguna modificación.

El origen de la bandera es de China, y sus distintivos lo que hoy sería el escudo, eran indicados por el gobernante usándose en las guerras; estas banderas eran colocadas en las ciudades sometidas como una muestra de quien era el vencedor y dueño de las tierras conquistadas. Posteriormente, esta costumbre llegó a Europa usándose desde la edad media y así fueron aceptados por países, reyes y diversas organizaciones de la época.

Contemporáneamente las banderas de los países se diseñan de acuerdo a su historia y cultura, las más antiguas o aquellas que provienen de monarquías, sus banderas van adicionadas con la heráldica clásica de los escudos de sus reyes, mientras otras relativamente modernas obedecen más a los elementos que identifican al país, como las banderas latinoamericanas.

Todo esto es necesario decirlo porque debemos considerar que la bandera tiene su concepción absolutamente occidental, y los estados y sociedades que se encontraban en nuestro continente antes de la llegada de los españoles, no tenían esa idea o noción que se le otorga a un distintivo que en donde flamea, radica su soberanía. Los incas demostraban su hegemonía sobre las sociedades vencidas tomando sus ídolos que representaban a sus dioses, no había estandarte alguno y menos una bandera multicolor que representase al Estado inca.

Durante la dictadura velasquista en medio de una vorágine de ultranacionalismo se toma la idea de Raúl Montesinos Espejo, un locutor de radio de Cusco quien ideó, y creo sin base histórica, que los colores del arco iris eran los de la bandera del Tahuantinsuyo, esto se tomó como cierto y se añadió en la currícula escolar y la ciudad del Cusco la adoptó como su bandera el 9 de junio de 1978 a la que se le añadió en agosto de 2021 el llamado “Sol de Echenique” un disco de oro preincaico como lo afirman Lumbreras y Rowe.

Luego de esta primera distorsión histórica, aparece la wiphala cuyo concepto se toma de pinturas virreinales donde aparece el arcángel Gabriel con un morral de cuadrículas coloridas, pero no es un emblema sino un objeto de uso cotidiano. Es Germán Choque Condori en Bolivia quien la reinventa y le da la forma que hoy se conoce, para finalmente ser oficialmente reconocida en 2009 en el articulo 6 inciso II como símbolo del Estado plurinacional de Bolivia.

En el Perú se usó como emblema en la gestión del gobernador regional de Puno Walter Aduviri en 2019 que fue vacado en marzo de 2020 por condena del Poder Judicial. En la misma región el 6 de mayo por ordenanza regional publicada en El Peruano el 15 de junio de 2022, es símbolo de los pueblos originarios quechuas, aymaras, uros y mestizos en la región Puno, es decir su uso es exclusivo para Puno.

Los regionalismos y localismos solo nos guían al separatismo y la división. Nuestra Constitución solo reconoce una bandera y un himno nacional; del mismo modo también debemos de respetar los usos y costumbres de nuestra diversidad cultural, pero no por eso se nos quiera imponer y menos que aceptemos conceptos errados sin sustento histórico.

(*) Excongresista de la República

(*) La empresa no se responsabiliza por los artículos firmados.

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