La Noticia se convirtió en el primer diario impreso que, a nivel nacional e internacional, logró una entrevista al presidente Pedro Castillo, quien habló de todo, incluso de los temas más espinosos de su gestión.
Hasta donde sabemos, Castillo nunca había aceptado un error, incluso lo criticaban por ese presunto rasgo de soberbia en su personalidad, pero esta vez, ante una pregunta directa, aceptó una equivocación suya y hasta ofreció disculpas. Lo hizo cuando se refirió al tema del mar para Bolivia y admitió que se expresó mal.
Consideramos que la respuesta más esclarecedora de Castillo a La Noticia es la referida, precisamente, al mar para Bolivia que mencionó en una anterior entrevista con el periodista Fernando del Rincón, de la cadena CNN. Se trata de un tema por el que, incluso, bancadas de la oposición le exigían que se rectifique. Lo consideraban lesivo para los intereses del Perú y atentatorio contra su soberanía, por lo que estaban pidiendo que la premier Mirtha Vásquez se presente en el Congreso para dar las correspondientes explicaciones.
Luego de reconocer que se expresó mal y pedir disculpas, Castillo explicó qué es lo que realmente piensa sobre el controversial tema: “El concepto de conceder mar a Bolivia es el mismo que tuvieron los expresidentes Fujimori y García, con la condición de que podríamos ampliar las zonas de Boliviamar con la ventaja de desarrollar un polo de crecimiento económico y turístico con inversiones de ese hermano país. Paralelamente, nos interesa su gas barato, que serviría para la zona sur de Perú, con precios más baratos”. Tiene razón Castillo, pues ya ambos expresidentes hicieron concesiones a Bolivia, con Jaime Paz Zamora el primero y con Evo Morales, el segundo, en los años 1992 y 2010, respectivamente, pero nunca se puso en tela de juicio ese tratado por supuestamente poner en riesgo nuestra soberanía.
No obstante, Castillo parece seguir renuente a hacer una clara autocrítica a su gestión, que lleva ya seis meses. Cuando se le preguntó, afirmó que “terminó el proceso de contradicciones y vamos por la unidad nacional”. O sea que el presidente considera que la designación de ministros y otros funcionarios cuestionados; las reuniones en la casa del jirón Sarratea con las visitas de la lobista Karelim López; los US$20,000 hallados en el baño del despacho de su exsecretario, Bruno Pacheco, así como la fiesta de la hija de este que costó cerca de S/100,000; y las pugnas entre el exministro Avelino Guillén y el comandante general de la Policía Nacional son simplemente “contradicciones”. Porque lo digo y escribo siempre lo firmo. (Continuará)
