Opinión

Sendero amenaza con atentados selectivos

Por: Hugo Guerra Arteaga

La violencia política en el Perú está ingresando a una nueva etapa de terrorismo comunista. Tanto en el Vraem, como muy pronto en Lima.

El grupo maoísta, leninista, mariateguista Sendero Luminoso fue una banda criminal que comenzó sus operaciones en 1980 y cesó oficialmente su lucha armada en 1992 con la captura del cabecilla recientemente muerto Abimael Guzmán.

Cuando el (a) “Cachetón” entró a prisión en la Base Naval del Callao, firmó los llamados “acuerdos de paz”; pero la facción sur -sobre todo ayacuchana- de Óscar Ramírez Durán (c) “Feliciano”, repudió la rendición y siguió sus actividades subversivas hasta 1999. Asumieron el mando los hermanos Quispe Palomino, camaradas José, Raúl y Gabriel y extendieron sus operaciones a todo el Vraem (confluencia de los ríos Apurímac – Ene y Mantaro). Allí existe una organización terrorista que tiene alianzas con los carteles del narcotráfico y combate tanto a la policía, como a las FF.AA.

Rebautizados como Partido Militarizado Comunista del Perú, los neo senderistas mantienen en el monte escuelas de formación, adoctrinamiento y entrenamiento, reclutando a jóvenes de zonas rurales y la periferia de ciudades. El dinero lo captan del sicariato a favor de los narcotraficantes; y hay abundantes indicios de que tienen relaciones con Perú Libre y sus dos alas principales: la de Cerrón y la de Castillo.

Al inicio de este gobierno el apoyo senderista lo dio la camarada Vilma (Florabel Vargas Figueroa), quien anunciaba el respaldo a la política de no erradicación de la coca y al eventual retiro de la DEA norteamericana. Sin embargo, como el régimen de Castillo es errático, en octubre último han circulado volantes en los cuales se amenaza en estos términos: “En todos los países, para acabar con el hambre y la pobreza se necesitan planes para intensificar y apoyar la producción de la hoja de coca. Por ello, sepan, malditos, clases opresoras burguesas y sus lacayos como Pedro Castillo Terrones y Guido Bellido, politicastros de una nueva camada de hipócritas fujimoratos por ser erradicadores de la coca, los aniquilaremos con armas en la mano”. Otros panfletos han precisado: “Quienes profesan en teoría y práctica el socialismo, la política de servir al pueblo y el bienestar para todos, tienen la responsabilidad universal de organizarse en el Frente Unido Democrático Socialista. (…) Los que son conscientes que el camino principal es la revolución armada tienen que unirse”.

Esto significa que el neosenderismo está pasando a una nueva etapa de violencia armada. Y la reciente captura del peligroso (c) Eward Torpoco Ortiz, revela que Sendero está formando una unidad de asesinos -no simples sicarios- a los cuales adoctrina ideológicamente y luego prepara en el uso de armas para perpetrar asesinatos y atentados selectivos; no solo en el Vraem sino en cualquier parte del país y señaladamente en Lima. Inclusive se ha detectado el reglaje y seguimiento a personalidades especializadas en el tema subversivo como Pedro Yaranga, Pedro Antezana, Jaime Villarroel y los periodistas Ricardo León y Claudia Toro, de Willax TV.

Más allá de las incompetentes explicaciones de este gobierno, Sendero ha pasado a otra estructura y a una nueva etapa de lucha armada. Por eso que a nadie sorprenda que en cualquier momento pudieran producirse graves atentados, y que el terrorismo sea nuevamente el pan nuestro de cada día en el Perú

(*) Analista político

(*) La empresa no se responsabiliza por los artículos firmados.

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