Se fue Gallardo del ministerio de Educación: ¿Ahora sí saldrá San Martín del IPD?

El tiempo corre y el deporte sigue condenado al ostracismo. Pareciera que en la política de estado no hubiera espacio para resolver los problemas que existen en el manejo del Instituto Peruano del Deporte. Hace unas horas fue censurado el señor Carlos Gallardo del ministerio de Educación, uno más que verá pasar Gustavo San Martín, apoltronado en su casa y aún mentalizado con el discurso pandémico que lo ha mantenido de brazos cruzados ante distintas situaciones por resolver.

“Perú está volviendo a pisar fuerte en el deporte. Hemos estado parados dos años por la pandemia y, sin embargo, que nuestros deportistas ganen 35 medallas en los Panamericanos Junior, eso demuestra el buen trabajo que están haciendo las federaciones y también el Instituto Peruano del Deporte. Y cuando nuestros deportistas ganan y hacen marcas nos hace felices, pero eso no significa que estamos bien, tenemos que seguir trabajando”, dijo Gustavo San Martín durante el reconocimiento a los atletas que participaron en los Juegos Panamericanos Junior de Cali. El señor San Martín habla del buen trabajo de las federaciones y del IPD, posa para la foto y su discurso se centra en los problemas que ha tenido para trabajar frente a la pandemia: excusa barata. Parece que no se enteró que una de las atletas, Sofía Mamani Arizapana, medallista de oro, tuvo que costear su entrenamiento con una cifra alrededor de los S/ 95 mil, para prepararse de cara a esa cita internacional. La Federación Peruana de Atletismo se excusó diciendo que el retraso del IPD para la entrega de la subvención ocasiona que no se le pueda pagar a los diferentes entrenadores del país. ¿A quién engañan? Sus expresiones son contradicciones reiteradas que ofenden el coeficiente intelectual de quienes laboran con esfuerzo, ética y honradez en este ingrato sistema deportivo.

Hace horas nada más, una funcionaria del Instituto Peruano del Deporte del Consejo Regional del Cusco, la señora Rosario Cecilia Shinki Higa, quien funge como jefa de la oficina general de administración de la entidad, denunció maltrato psicológico y la vulneración de los derechos de los trabajadores, por parte de la presidenta del IPD de Cusco, Marleny Soncco Farfán. La administradora hizo pública y oficial la denuncia a través del documento CARTA N° (001-2021-IPD/CRD-CUSCO/ALVS). Esta no sería la única denuncia hecha contra Soncco Farfán, pues sus propios trabajadores de confianza han revelado los excesos de esta jefa del IPD anteriormente. Entonces, ¿Dónde está Gustavo San Martín como máxima autoridad del Instituto Peruano del Deporte? ¿Cuál es el buen trabajo del que habla? La inacción, incompetencia y su falta de liderazgo se han puesto en evidencia en más de una oportunidad. El éxito no solo está en tomarse la foto con los medallistas, dar el discurso de rigor, aprovechando el triunfo de nuestros talentos deportivos, sino en resolver estos horrores, abusos de poder y desaciertos de gestión.

Esperemos que el presidente de la República, Pedro Castillo, y la vicepresidenta, Dina Boluarte, recuerden que existe el IPD. Esperemos que cuando elijan a ese ministro de Educación idóneo, también se esté eligiendo al próximo jefe del Instituto Peruano del Deporte; que posea ética, respeto al deporte y a los atletas, preparación y honestidad: no es mucho pedir. El deporte peruano necesita urgentemente un auxilio. No está de más recordar que, en la política de estado, el deporte puede servir como arma fundamental para combatir la delincuencia, el consumo de drogas e incluso la corrupción. Esperemos que el maestro le dé próximamente al deporte un buen regalo de Navidad.

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