Desde el punto de vista retórico, no ha sido muy auspicioso el debut del presidente Pedro Castillo en los foros internacionales. Sus desaciertos verbales son objeto de muchas críticas. No es por justificar su performance, pero hay muchos políticos peruanos que han dicho disparates de alto calibre, y han seguido sus carreras sin que esos exabruptos les hayan bajado los ánimos. Castillo tiene la oportunidad de mejorar sus intervenciones orales, pues le quedan casi cinco años de gobierno. Todos, hasta un presidente, tenemos el deber y el derecho, a la vez, de reconocer nuestros errores con humildad e hidalguía para corregirlos y ser mejores cada día.
El orden lógico y el sentido común son, quizá, las columnas vertebrales de un discurso, en cuanto a su composición lingüística. Respecto al fondo o contenido del mensaje, tienen peso específico el conocimiento y el nivel cultural. Sin embargo, los errores que comete Castillo son sencillos, solo están relacionados con la forma, específicamente con la coherencia.
“La Celac debe concretar hoy un hecho concreto”, dijo el presidente en el punto culminante de su intervención en la cita cumbre de México. No era muy complejo lo que pretendió decir el presidente: Que “la pandemia ha tenido como cómplice a la histórica desunión de los países de la región”. Que “los bonitos discursos solo se quedaron en palabras”. Y que “es tiempo de pasar a la acción, porque unidos lo podemos todo, desunidos, nada”. Eso fue lo que quiso manifestar. Era un mensaje simple, pero hasta para expresar cosas sencillas se necesita claridad y coherencia.
Castillo se enredó con eso de que “la pandemia es un problema histórico” y que “la pandemia ha venido para quedarse”. No solo Castillo, sino también otros nuevos políticos de la izquierda apelan a frases demasiado recurrentes. Repiten mucho “en ese marco”, “es un problema histórico”, “hay que entender que”, “debo decir que”, “bajo el manto”, etc. Están usando estas palabras como muletillas y muchas veces en situaciones y contextos que no corresponden, malogrando así la sintaxis de sus expresiones.
La construcción gramatical es la formación de oraciones o frases de acuerdo con las reglas de la gramática. De eso conocemos mucho los periodistas, comunicadores y especialistas en imagen. En el Gobierno debe haber muchos, sería bueno que le den una mano a Castillo. Que mejore su imagen le conviene al Perú. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.
