Se deben tomar medidas preventivas para frenar el caos de los delincuentes

Es criminal lo sucedido en el país hermano de Ecuador. Los terroristas y narcotraficantes han venido actuando impunemente y, mediante acciones planificadas, han cometido delitos graves, tomando un canal de televisión, una universidad, llegando al extremo de haber asesinado a cerca de 15 personas, algunas de ellas policías. Esto no podemos aceptarlo y merece el repudio total.

Por ello, se deben identificar, detener, procesar y sancionar drásticamente a estos delincuentes. Mientras ello no ocurra, Ecuador seguirá a merced de la delincuencia.

Desgraciadamente, al no haber tomado las medidas preventivas que la situación requería desde hace meses, cuando gente vinculada al terrorismo y al narcotráfico asesinó a un candidato a la presidencia de la República que públicamente sostenía que, de salir elegido, emprendería una lucha frontal contra estos delincuentes, el pueblo está pagando las consecuencias por esta inacción de parte de las autoridades encargadas de velar por la seguridad ciudadana. Se tenía que producir, con lamentables resultados.

En nuestro país, estamos muy preocupados por lo sucedido en Ecuador y, sobre todo, porque vemos la impasividad de nuestras autoridades a fin de prevenir.

Sin embargo, el director del INPE, quien ha trabajado bien en dicha institución durante años, tiene una gran experiencia en el tratamiento de delincuentes y, sobre todo, en cómo planifican desde el penal sus actividades ilícitas, como asesinatos, extorsiones, secuestros. Al disponer una requisa, encontraron celulares y, al parecer, hasta armas de fuego, con la finalidad de evitar la toma de rehenes y del penal.

Consideramos que es una gran medida preventiva, a fin de que no se produzcan hechos muy lamentables como en años anteriores. Hay que tomar medidas para evitar que los delincuentes causen estragos en los penales y lleguen a asesinar a agentes penitenciarios. Sin embargo, se dispone el envío de policías y tropa de la Fuerza Armada para impedir que “ingresen delincuentes de dicho país al nuestro por las fronteras”, sin tener en cuenta la gran extensión y sin estrategia.

Esta inacción de parte del Ejecutivo para tomar las medidas preventivas, a fin de evitar que no se produzcan hechos similares en Ecuador, se agrega a lo que es de nuestro conocimiento desde Sagasti, Vizcarra, Castillo y Boluarte. Desactivaron el servicio de inteligencia de la policía, colocando a gente de su entorno y sin experiencia, corroborado con el incremento de la delincuencia sanguinaria, que cada día se torna inmanejable. Sin embargo, verificamos que el Congreso y el ejecutivo, de “casualidad”, se han puesto de acuerdo para reformar el sistema judicial a la brevedad posible. Es decir, tratan de nombrar a “sus jueces y fiscales” para que, cuando dejen el poder, les cuiden las espaldas y los actos delictivos que han cometido algunos de sus miembros. Como es de público conocimiento, están involucrados en hechos delictivos y pretenden su impunidad. Es decir, no les interesa el país, sino única y exclusivamente obtener seguridad de que no serán sancionados. Y, si a ello le agregamos que tanto el legislativo como el ejecutivo tienen personas vinculadas a Vladimir Cerrón, quien públicamente declaraba que para gobernar se debe controlar las fuerzas armadas, la policía y el sistema judicial.

(*) Exdecano del CAL

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