Después de la caída del golpista Pedro Castillo los sectores comunistas y de la línea más extrema de la izquierda fracasada han ido aprovechando para sabotear el sistema con viles asonadas a la democracia, con “protestas” violentas y con actos terroristas como quemar casas, matar e incinerar policías, saquear propiedad pública y privada, bloquear carreteras y tomar violentamente aeropuertos en el sur del país para generar más caos y así dejar sin alimentos y abastecimiento a determinadas ciudades.
Cuando su “líder” estuvo al mando de la presidencia del país, corrompiéndose junto con su familia, allegados y funcionarios más cercanos, no solo no protestaban sino trataban cínicamente de legitimar su torpe y corrupto gobierno con tal de saborear las mieles del poder.
Después del suicidio político y personal que consumó con su golpe de estado el 7 de diciembre 2022, y ante la legítima sucesión constitucional de Dina Boluarte, esos sectores del comunismo fracasado han venido alentando el caos y el sabotaje a la gestión de la jefe de estado con la cantaleta de la instalación de una Asamblea Constituyente, en instantes que no es momento constituyente, pues la mayoría de la población no quiere un cambio total de la carta magna.
Esos sectores lo único que quieren es traerse abajo el capítulo o modelo económico de la economía social de mercado abierta al mundo que hace atractiva para que la empresa privada pueda invertir, genere empleo y saque de la pobreza y del subdesarrollo a nuestro país. Quieren volver al modelo económico estatista y fracasado de los 80’ donde existía un sistema controlador donde el estado era paternalista, clientelista e hipertrófico que terminó de hundir al país.
Con el nuevo modelo económico dejaron de ser pobres en menos de 20 años cerca de siete millones de personas. En dos décadas la pobreza se redujo de 48% a 19%, y nuestra economía creció anualmente entre 4% a 7% en su PBI.
Pero a la izquierda y el comunismo no les interesa el progreso ni el crecimiento económico, ellos desean que el ciudadano esté en la mayor pobreza y miseria como ha sucedido en Venezuela o Argentina que siendo países ricos hoy están en la quiebra extrema.
El comunismo no crea riqueza, el comunismo o socialismo del siglo XXI reparte miseria. Los revoltosos apoyados por grupos terroristas como MODAVEV, CONARE entre otros, venden falsamente el cambio de Constitución por una Asamblea Constituyente que ni ellos mismos saben qué es, ni en qué consiste. El artículo 206 de nuestra carta magna autoriza a una reforma parcial de su propia Constitución, pero de ninguna manera permite y enarbola una Asamblea Constituyente. Esta farsa es sello comunista.
(*) Ex vicepresidente de la República
(*) Ex congresista de la República
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