Así como en la política, en el deporte también hay decenas de nombres y dirigentes que se han visto envueltos en actos de corrupción. Desde presidentes de la República hasta presidentes federativos; en el fútbol y en diversas disciplinas. Pero, en los últimos 20 años la analogía con el balompié ha sido una coincidencia muy lamentable. Manuel Burga, Edwin Oviedo y Agustín Lozano son tres de los protagonistas que se les ha relacionado con actos de corrupción dentro de la Federación Peruana de Fútbol, algo muy similar a lo que ha ocurrido con los ex jefes de Estado que salieron con las tablas en la cabeza de Palacio de Gobierno, con averiguaciones y sentencias que los llevaron a presión; y otros que simplemente fugaron sin pagar sus culpas.
Acaso la política es el deporte más atractivo en el país. Un deporte que como en el fútbol todos quieren llegar a primera, sentarse en un curul, ser líderes – de barro – llenarse de propiedades, vestirse de marca y utilizar el poder para establecer decisiones o leyes que beneficien a un solo sector. ¿La política es el deporte más tradicional que existe en el Perú? Todos desean ser dirigentes deportivos, fundar un club o un partido, para después aspirar al cargo supremo, sin importar las formas, sin necesidad de cultivar una carrera que requiere de cierto grado de instrucción. Parece que sí, y sobre todo porque si sacamos cuentas está tradición data de muchos años atrás, con una demanda que rebasa las exigencias de cualquier casa de estudios. Políticos somos todos, pero no todos sabemos hacer política. Aquellos que fungen como políticos sin la competencia debida, la convierten en un círculo vicioso que se extiende hasta en los más recónditos ámbitos de nuestra sociedad.
Nuestro país no termina de consolidar una estabilidad económica, social y mucho menos política por la incompetencia y la falta de meritocracia al momento de elegir a aquellas personas que van a ocupar cargos importantes. Y, además, esas mismas personas que son elegidas sencillamente no tienen una formación ética, ni el compromiso, ni la voluntad para ejercer sus funciones con total probidad. La política, lamentablemente es la peor disciplina que se practica en la vida cotidiana de nuestra Nación; un lugar que debería resaltar más por sus literatos, su gastronomía, su belleza natural y sus goles. Sin embargo, esos aspectos pasan a segundo plano cuando la noticia viaja hacia el mundo entero y asocian el Perú como un lugar lleno de políticos totalmente corruptos.
* La Dirección periodística no se responsabiliza por los artículos firmados
