Opinión

Balance negativo para Dina

Por: Martín Valdivia Rodríguez

Basta comparar la aprobación de la presidenta Dina Boluarte en un año de gestión (9%) con la que tenía su vacado antecesor, Pedro Castillo (24%), según la misma encuestadora, Datum, para comprobar lo deteriorada que está la imagen del actual Gobierno.

Pese a todos sus defectos, Castillo era mejor visto que Boluarte por la población. Y eso, pese a que, a todas luces, la actual mandataria, abogada de profesión, tiene una mejor preparación que el profesor.

También, a pesar de que el gabinete ministerial que preside Alberto Otárola, de lejos, está más capacitado que los cinco que tuvo Castillo.

La desaprobación de Dina Boluarte llega a 85%, cuando la de Pedro Castillo, ya en las postrimerías de su régimen tenía 71% de rechazo. Eso no quiere decir que Castillo sea mejor presidente que su sucesora, sino que esa es la percepción de la gente, de los ciudadanos, la gran mayoría decepcionados por la actual presidenta de la República.

Durante el 2023, Dina Boluarte realizó 39 nombramientos ministeriales, siendo las carteras de Interior, Trabajo y Educación las que más cambiaron de jefaturas con cuatro ministros designados en cada una. En 16 meses de gobierno, Castillo nombró 78 ministros, todo un récord.

Es decir, la inestabilidad no es tan alta en el gobierno de Dina Boluarte, pero sí enfrenta tres problemas cruciales, las notorias deficiencias en las políticas de seguridad ciudadana, la crisis económica que llegó a la recesión y el conflicto entre la Fiscalía de la Nación, el Congreso de la República y el Poder Ejecutivo.

Una denuncia constitucional y 200 conflictos sociales también se suman a los problemas de la mandataria, que enfrenta un crecimiento económico de apenas 0,4% del PBI, según estimaciones, cuando en diciembre de 2022 fue de 2.7%.

Lamentablemente, no se ha podido revertir esta reducción del crecimiento. Además, si bien existen agentes externos que no podemos controlar porque somos una economía pequeña, hay factores internos que sí han determinado esta reducción y que están estrechamente relacionados con la capacidad de gestión del gobierno, como es la caída de la inversión privada y la caída de la inversión pública (en 0,6%) al cierre del 2023.

El gobierno de Dina Boluarte tiene una clara dependencia de Alberto Otárola, que para muchos es quien, en realidad, está gobernando, pues no perciben en la presidenta la capacidad e iniciativas necesarias como para tomar las riendas del país. Estamos ad-portas de un nuevo año y ojalá el gobierno mejore su labor por el bien de todos los peruanos. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.

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