Opinión

Panorama internacional desalentador

Por: Antero Flores-Araoz

En otro artículo titulado “Acciones no Milagros”, nos referíamos a que, si bien el panorama nacional en lo económico, político y social no era nada halagüeño, sin embargo, tanto desde el Sector Público como el Privado, se podía actuar para que la situación revirtiera, es decir, retomar el sendero del desarrollo, con la inversión generadora de empleo y este auspiciando el bienestar general.

Sin caer, por supuesto, en la situación que describe el aforismo: “Mal de muchos, consuelo de tontos”, también en lo internacional se observa una seria crisis que nos puede llevar a una devastadora confrontación colindante con el desastre total.

Un viejo y buen amigo me decía que las grandes potencias ya no solo “muestran los dientes”, sino que toman posiciones que podríamos calificar como prebélicas.

La guerra desatada entre Rusia y Ucrania ya lleva dos años sin que se vislumbre alguna solución y, sin olvidar que, con su pretensión de ingreso a la OTAN, la segunda retó a la primera.

Las batallas desatadas entre palestinos recalcitrantes de la franja de Gaza y los israelíes, sospechosamente sorprendidos por los ataques de los primeros, ya han cobrado miles de vidas, así como importante destrucción de obra pública y privada.

Luego de veinte años, las fuerzas de Israel bombardean la capital del Líbano, esto es Beirut, provocando la movilización de navíos de Irán en el Océano Índico. A su vez, el Reino Unido (léase la Gran Bretaña) mostró intenciones de pasar un navío dragaminas hacia el Mar Negro por el Estrecho del Bósforo, pero lo impide Turquía con sus buques de guerra.

Echando una ojeada a otro hemisferio, vemos que China no renuncia a su intención de incorporar a Taiwán en su dominio y que el gobierno comunista de Corea del Norte no ceja en su cometido beligerante con sus hermanos democráticos del Sur.

Los intereses económicos, que son motivación sustantiva de los conflictos internacionales, también se dejan ver en nuestro continente, en que Venezuela y Guyana alistan enfrentamientos, agravados con el envío de un buque inglés de protección a esta última. El resultado político puede ser el de unificación de las fuerzas políticas, bajo el indeseable liderazgo de Maduro, pues es regla casi universal que el enemigo común convierte en aliados a los contendores de antaño.

También se observa la movilización de bases militares estadounidenses en la Florida, como también las existentes en Panamá.

Si a todo lo relatado, que no es lo único, le agregamos la inoperancia de las Naciones Unidas, la situación puede tornarse caótica, máxime que, desde la post pandemia del Covid-19, los ánimos están alterados en todo nuestro planeta, lo que se agrava con la acción de la naturaleza: aparatosas lluvias e inundaciones en diversas zonas, además de movimientos telúricos como los ocurridos en Japón.

La pregunta que probablemente se harán los lectores de esta columna es: ¿quién se beneficia? Y la respuesta será la de siempre, los fabricantes y traficantes de armas, pero cuidado, podría ser la última ocasión.

(*) Expresidente del Consejo de Ministros

* La Dirección periodística no se responsabiliza por los artículos firmados

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