Opinión

La inseguridad ciudadana y las torpezas gubernamentales

Por: Hugo Guerra Arteaga

La presidenta de la República y el Primer Ministro se están burlando canallescamente de los peruanos. Hace dos semanas anunciaban con gran autosuficiencia que en el Perú no se aplicaría el Plan Bukele de lucha contra la subversión porque aquí se tiene el Plan Boluarte.

Desde entonces lo único que han hecho, con gran despliegue de prensa y tono altisonante, es anunciar de un momento a otro desde Nueva York, que tres distritos han sido declarados en emergencia y que allí se ha movilizado a tropas de las Fuerzas Armadas para respaldar a la PNP.

Eso es pura acción efectista, carece de sentido elemental y pone en riesgo a los efectivos militares despreciándolos una vez más. La razón es evidente, no hay ningún plan estratégico que soporte las acciones efectistas del gobierno.

Ni Otárola ni los inútiles ministros del Interior y de Defensa han dado una explicación elemental del por qué, para qué, cómo, hasta cuándo y a qué costo se dispone de la tropa militar; peor todavía, salvo la declaratoria de emergencia en los distritos más golpeados por la criminalidad en los últimos días, ni siquiera se ha dotado a los soldados del marco legal que los proteja de ulteriores acusaciones de violación de derechos humanos. Es decir que los están utilizando solo para el show mediático y como carne de cañón.

El gobierno es tan torpe e incoherente que en paralelo anuncia una ley de reforma policial que sacaría de línea de carrera a 400 oficiales de campo, es decir los que realmente conducen las operaciones anti criminales, en aras de beneficiar para los ascensos a aquellos oficinistas que tenga maestría específicamente de una universidad caracterizada por su ideología caviar. Entre tanto, desde la cúpula del mando actual se anuncia que la Policía está en crisis no solo por el mangoneo político de sus cuadros, sino porque los presupuestos no alcanzan ni siquiera para el rancho, los viáticos y los uniformes.

Todo es pura apariencia. No hay estrategias claras para la lucha anti terrorista en el VRAEM donde acaban de perecer asesinados otros cuatro efectivos a manos de Sendero Luminoso.

En medio de esta realidad agobiante, las autoridades corren de un lado a otro como pollo sin cabeza: anuncian la “inmediata” construcción de nuevas cárceles; advierten de “expulsiones masivas” de extranjeros delincuentes. Pero todo es falso. ¿Dónde está la primera piedra de la primera cárcel? ¿A cuántos han deportado? Pura demagogia barata mientras el pueblo está empezando a hacer justicia por propia manos ante la desesperación de no contar ni con el más elemental apoyo de una policía rebasada por la indolencia gubernamental y por la lenidad de los fiscales que no saben o no se dan abasto para instruir los casos delictivos.

Pero esto no va a durar mucho más, la ira popular se está organizando y el gobierno la va a sentir duramente. Su incapacidad va a desembocar en una hecatombe social sin precedentes, salvo que el Perú termine como otro estado fallido al igual que México y Colombia donde el narco y las bandas criminales son las que imponen las reglas.

(*)Analista politico

* La Dirección periodística no se responsabiliza por los artículos firmados

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