Opinión

No a los blindajes

Por: Martín Valdivia Rodríguez

A la anterior Comisión de Ética, que tuvo una conducta reñida con los principios morales, le hubiera caído bien un cartelito con la frase “otorongo no come otorongo”. Estuvo atiborrada de apañadores que blindaron a “Niños”, “mochasueldos” y otros especímenes. Hasta su presidenta, Karol Paredes, admitió que “hubo blindajes”, es decir, que procedían metiendo la basura debajo de la alfombra.

Se supone que la Comisión de Ética Parlamentaria es el grupo de trabajo de congresistas especializados en cuestiones de la moral, que forma parte de la organización parlamentaria, y tiene por objeto velar por cumplimiento de las normas, principios de la ética, la probidad y la transparencia.

Según el propio portal del Congreso, dicho grupo de trabajo “cumple con establecer acciones complementarias que coadyuven a prevenir actos que contravengan la ética parlamentaria, pretende preservar la imagen que el Congreso debe tener ante el país y asegura la transparencia en la administración de los fondos públicos que le son confiados”.

Un caso patético, que demuestra que la Comisión de Ética, en la anterior legislatura, solo fue un saludo a la bandera, fue el del congresista Freddy Díaz, acusado de ultrajar sexualmente a una de sus trabajadoras. A Freddy Díaz, la Comisión de Ética de entonces inicialmente solo le aplicó una sanción de 120 días de suspensión, pero en el Pleno, en segunda instancia, se tuvo que proceder a inhabilitarlo por 10 años y expectorarlo del Congreso. Posteriormente, el Poder Judicial dispuso su prisión preventiva.

Ahora, en la presente legislatura, la Comisión de Ética es presidida por Diego Bazán Calderón (Avanza País), a quien acompaña como vicepresidenta de la mesa directiva María Taipe Coronado (Perú Libre). La fórmula fue aprobada por mayoría: 14 votos a favor, cero votos en contra y 1 abstención.

Sin embargo, para variar, surgió un problema: la presencia de Héctor Valer Pinto (Somos Perú), como uno de los vicepresidentes, que causó el rechazo de representantes de varias bancadas.

Ante las críticas de las legisladoras Ruth Luque Ibarra (Cambio Democrático-Juntos por el Perú) y Margot Palacios Huamán (Perú Libre), en referencia a Valer Pinto, en torno a que los miembros de la Mesa Directiva no deben tener procesos en curso o que hayan sido sancionados, se replanteó la fórmula sin el candidato a la secretaría. Ello no prosperó. Diego Bazán declaró instalada la Comisión de Ética, que estará bajo su presidencia. Esperamos que esta vez este grupo de trabajo vele de verdad por la ética y no por el encubrimiento. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.

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