Opinión

Miseria de la política (I)

Por: Iván Pedro Guevara Vásquez

Casi dos siglos han transcurrido desde que Karl Marx escribiese en Francia en el año 1847 el libro “Miseria de la filosofía. Respuesta a Filosofía de la miseria del señor Proudhon”, como respuesta al libro “Sistema de las contradicciones económicas o Filosofía de la miseria” de Pierre-Joseph Proudhon publicado un año antes, en 1846.

Pero en esta oportunidad al hablar de la Miseria de la Política no vamos a referirnos a ningún libro, a manera de crítica o respuesta, escrito por algún político no solamente porque tal libro brilla por lo general por su ausencia (inexistencia) en el ámbito nacional, sino porque vamos a realizar la crítica a la política ejercida concretamente como actividad por la actual “clase política”; esto es, por los actuales políticos con cargo estatal, ya sean congresistas de la República o ya sea la actual Presidente de la República, Dina Boluarte, que fue nada menos que la vicepresidente del hoy en día preso preventivo ex presidente del país, Pedro Castillo.

Y es que una actividad como la política puede mostrar grandes y notorias dosis de miseria humana cuando los políticos de un gobierno de turno o de un Congreso de la República de turno no representan en lo absoluto los intereses de la población general, sino sus propios intereses personales o de grupo, de carácter subalterno: Cuando el representante atenta contra los intereses del representado.

Hay mucha miseria en la política cuando el representante congresal ni siquiera le concede a la población -que es el soberano representado- la posibilidad de la revocatoria de congresistas a la mitad del periodo presidencial en el sentido de ratificar o de revocar el mandato de los congresistas y del Presidente de la República. Hay mucha miseria en la política cuando el representante congresal tiene temor a la convocatoria de los referéndum de consulta a la población, estando en democracia, tratando de evitarlos todo lo que puedan, al extremo de colocar en el artículo 206 de la Constitución Política del Estado que “puede omitirse el referéndum cuando el acuerdo del Congreso se obtiene en dos legislaturas ordinarias sucesivas con una votación favorable, en cada caso, superior a los dos tercios del número legal de congresistas”.

Hay mucha miseria en la política cuando los representantes congresales reimplantan la bicameralidad y la reelección de congresistas hace poco pese a que la población las negó en referéndum nacional del 9 de diciembre de 2018.

(*) Analista politico

* La Dirección periodística no se responsabiliza por los artículos firmados

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