Opinión

Leocadio Prado, un hijo olvidado

Por: Víctor A. García Belaunde

Continuando mis investigaciones respecto a la historia del general Mariano Ignacio Prado con el propósito de publicar una última y definitiva edición de mi texto “El Expediente Prado” con toda la documentación que he venido acumulando desde que salió a la luz la primera edición, encontré que el personaje de mis pesquisas históricas tuvo otro hijo extramatrimonial en Tacna, nacido cuando él era prefecto del entonces departamento litoral de Moquegua que comprendía las provincias de Moquegua, Tacna, Arica y Tarapacá.

Al morir el general Miguel de San Román, lo debería suceder el 1° vicepresidente Juan Antonio Pezet, pero al encontrarse en Europa y mientras llegaba tomó el mando del país el 2° vicepresidente Pedro Diez Canseco, quien en su breve gobierno nombra prefecto de Moquegua a Mariano Ignacio Prado el 7/7/1863.

Durante su estancia en Tacna conoce a Sebastiana Villanueva Ara con quien tiene un hijo llamado Leocadio. La señora Villanueva inscribe a su hijo sin mencionar el nombre del padre el 9/12/1863, menciona que es su hijo natural y tenía un mes de nacido, (9/11/1863). Ocho meses después del nacimiento de Leocadio, el todavía prefecto de Moquegua decide reconocer a su hijo el 1/9/1864. Todo esto consta en el libro de bautizo de indios que se encuentra en la parroquia de Tacna.

Entre el nacimiento de Leocadio y su reconocimiento, Prado decide pedir la mano de Magdalena Ugarteche el 7/8/1864 escribiéndole al coronel Juan Antonio Ugarteche que: “Tiempo hace que debí haber dado este paso desde seis años que la conozco y la adoro; mas he esperado en vano, que las circunstancias de la política me proporcionen mejor oportunidad y mejores medios para establecer una familia…”. Desde el 7/8 al 1/9 de 1863 algo debió impulsar al coronel Prado para reconocer a su hijo. En 1880 Leocadio contaba con 17 años y no aparece como uno de los defensores de las ciudades de Tacna o de Arica.

El 5/5/1901 fallece en Paris el general Prado, sin perder tiempo el 10/7 de ese mismo año Leocadio realiza un contrato de prestación de servicios con el abogado tacneño Emilio Valverde quien se obliga a defenderlo como heredero e hijo natural reconocido de su padre; Valverde hace los gastos procesales y demás para la permanencia de Leocadio por cuatro meses en Lima. Mientras que Leocadio le dará el dieciocho por ciento de lo que corresponda en la herencia de su padre.

Leocadio logra obtener la herencia que le corresponde firmando el 5/7/1902 un acuerdo con sus hermanos Mariano Ignacio y Javier a quienes les “cede los derechos y acciones de la herencia de su padre por un monto de diez mil soles así su padre haya o no dejado bienes”. Sus hermanos aseguran que “el general Prado no ha dejado bienes de ningún género, y aun así aceptan la cesión absoluta” que les hace Leocadio.

Diez mil soles en 1902 era una cantidad sumamente alta para la época especialmente cuando se conoce que la libra peruana estaba a la par con Londres. y es extraño que el general Prado al no dejar bienes según sus hijos, estos acepten pagar un monto tan elevado por derechos sucesorios bajo condición a que estos existan. ¿Qué usó Leocadio Prado para lograr un arreglo tan ventajoso?

Leocadio Prado fallece el 27/12/1913 y en los 12 años que le sobrevivió a su padre hizo algunos negocios y gastó el dinero de su “herencia”, terminando sus restos en un nicho para los socios mutualistas de la Sociedad de Artesanos y Auxilios Mutuos “El Porvenir”, sociedad de carácter asistencial. Como le sucedió a Leocadio respecto de su padre, el 7/11/1912, casi a un año antes de morir reconoció a una hija natural de nombre Carlota Prado Cusicanqui, tal vez no quiso que ella hubiese tenido la suerte que a él le hubiese deparado el destino, si su padre no lo reconocía.

(*) Excongresista

* La Dirección periodística no se responsabiliza por los artículos firmados

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