Macron incluye como “derecho” en la constitución el horrendo crimen del aborto

El globalista presidente francés Emmanuel Macron prometió el año pasado consagrar en la constitución de Francia el aborto como un “derecho” de la mujer. Esto a raíz de que se revocó el supuesto derecho al aborto por la Corte Suprema de los Estados Unidos. Dijo entonces Macron que había que tomar un camino hacia las garantías incondicionales de tales derechos.

Lo anunció en X, diciendo que “presentará a su gabinete un proyecto de ley que lo hará posible a fin de que, en 2024, la libertad de las mujeres a abortar sea irreversible”. Luego lo ratificó en varias ocasiones hasta que lo acaba de hacer realidad.

Enmendar la Constitución es en todas partes un proceso difícil, se trata de que no se ande modificando la ley fundamental de las naciones.

Pero el gobierno usó un subterfugio para evitar el necesario referendo e imponer su criminal propuesta. La estrategia fue presentar su propio proyecto de ley, en lugar de que se origine en el parlamento, Así el Ejecutivo convoca a un “congreso especial” de ambas cámaras que debe adoptar la enmienda por una mayoría de tres quintas partes.

Anticipando el final del proceso, la diputada y entonces ministra de Igualdad de mujeres y hombres, ministerio engendro de la enfermedad mental llamada progresismo, Bérengere Couillard, afirmó en X que “se trata de una victoria para todas las mujeres y un fuerte símbolo enviado a otros países del mundo donde nuestros derechos están perdiendo terreno”.

Lo cierto es que con 267 votos contra 50, se aprobó un texto que consagra “la libertad de abortar” en la constitución de la Quinta República. Al igual que en la Asamblea Nacional francesa, los falsos conservadores, incluidos los tres senadores del Rassemblement National de Marine Le Pen, votaron abrumadoramente a favor del proyecto.

Lo que resulta una verdadera aberración en el país de la “libertad” es que el senado también anuló una posibilidad que habría otorgado a los médicos el derecho a negarse a realizar abortos, nuevamente con el apoyo de muchos falsos conservadores. La legislación ahora sólo tiene que ser aprobada en una sesión conjunta del Senado y la Asamblea Nacional francesa. Si el texto se aprueba, como se espera, Francia será el primer país del mundo en garantizar explícitamente la legalización del aborto en su constitución. Es conveniente aclarar que esto le da una categoría de derecho, es decir no es lo mismo que se legalice ese crimen de lesa humanidad a que se le convierta en un derecho constitucional, lo que lo hace inamovible y obligatorio por encima de cualquier ley.

Lamentable imposición de la muerte que además restringe a los médicos la posibilidad de la objeción de conciencia y los obliga constitucionalmente a ser asesinos de niños inocentes.

(*) Analista político

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