Opinión

Los valores políticos en una democracia

Por: Víctor García Toma

La Constitución es un documento político y jurídico que tiene inescindibles implicancias preceptivas. Pero, además, plantea la exigencia del cumplimiento de una serie de valores. Los valores están impregnados de una racionalidad moral; plantean un ‘debe ser’, tanto para los gobernantes como para los gobernados. En esa medida, hay una corresponsabilidad entre unos y otros.

No puede haber una sociedad democrática, una sociedad calificable, sujeta a un estado de derecho, cuando las relaciones humanas vuelven a su estado primario, cuando se acude a la violencia como instrumento y medio de acción. La única violencia que se encuentra justificada es aquella que queda en manos del Estado, siempre que este la use para la defensa del propio sistema político para la vigencia plena de los derechos fundamentales y para la gobernabilidad que es necesario para la acción del sistema.

Sin valores, quedamos sujetos a la irracionalidad, estamos sujetos a la voluntad de los trogloditas y, por cierto, al imperio de los más agresivos y los más fuertes.

En estos momentos, el país está azotado por unas hordas que algunos califican de manifestantes, otros los llaman protestantes. Pero seamos honestos, estamos hablando, haciendo referencia específica y concreta, a los que llevan casco, portan palos, tiran piedras, lanzan bombas molotov, intentan destruir instituciones estratégicas, como locales policiales, fiscales, judiciales, queman ambulancias, etc.

El objetivo que tienen es la construcción de sociedades totalitarias que no son imaginarias, sino que son reales, tangibles y concretas. Allí está la experiencia nicaragüense, la experiencia venezolana, la experiencia boliviana, por citar solo algunos casos en particular.

A estos individuos, que nos quieren llevar a ese tipo de sociedad, no hay otra forma de llamarlos, siquiera benignamente como antisociales. Si queremos calificarlos jurídicamente, diríamos que son delincuentes; pero si la denominación es política, son claramente subversivos, porque intentan destruir el orden establecido para construir uno nuevo alejado de la democracia y de los valores que ya conocemos.

(*) Expresidente del Tribunal Constitucional del Perú

* La Dirección periodística no se responsabiliza por los artículos firmados

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