Durante la inauguración del cementerio Nacional de Gettysburg en 1863, Abraham Lincoln planteó su famosa definición de la democracia en el sentido de que la democracia es el gobierno del pueblo, para el pueblo y con el pueblo.
En esa línea, estamos hablando de una forma de vida, de vivenciar la convivencia y la coexistencia humana. Así, la democracia expresa un conjunto sistémico de ideas, creencias, imágenes y símbolos que fundamentan el origen y modo específico del ejercicio del poder y la interactuación social en una comunidad política.
En un plano funcional es percibida como una técnica de organización del poder en sentido general. Además, se establecen una serie de instituciones y prácticas de diverso orden como el político, jurídico, social, económico, cultural y un largo etcétera, cuyo objetivo principal consiste en arropar consistentemente las ideas y los valores que la componen.
Tiene también un plano programático que es percibido como el diseño y ejecución de un conjunto de lineamientos de políticas nacionales y sectoriales que permiten el goce efectivo de los valores y fines democráticos, pero, fundamentalmente, la democracia es entendida como el conjunto y la prioridad de prácticas sociales y comportamientos comunitarios que afirma un supuesto racional de convivencia otorgando la convicción de ser un elemento esencial para la sana y adecuada vida.
En ese cabal sentido, la democracia es el gobierno del pueblo, para el pueblo y con el pueblo.
(*) Expresidente del Tribunal Constitucional
(*) Exministro de Justicia
(*) Exministro de Justicia
