Hace un par de días, el magistrado del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil, José Antonio Dias Toffoli, dispuso la suspensión de la cobranza de 1700 millones de dólares que debe pagar la constructora Odebrecht por los graves casos de corrupción en los que está envuelta en diversos países del mundo, incluyendo el Perú.
Dias Toffoli es el mismo que, hace algunos meses, anuló la validez de las pruebas extraídas de los servidores suizos de internet que guardaban las corruptas transacciones de Odebrecht; y por cierto quien también invalidó las evidencias utilizadas por el ahora ex juez Sergio Moro para meter a la cárcel al ahora presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, durante 580 días.
No es casualidad, sin duda, que este adalid de lo que podemos denominar el operativo Lava Lula haya sido nada menos que apoderado del partido de los Trabajadores y que, o sorpresa, fue nombrado por Lula para integrar el STF: sí, el propio Lula lo designó!
Los atropellos jurídicos de este corrupto magistrado ponen en evidencia que en todas partes se cuecen habas y que cuando existe mucho poder y mucho dinero las cosas pueden ocurrir con total desparpajo e impunidad.
Hoy, el caso Lava Jato se encuentra prácticamente paralizado en Brasil desde la entrada al Poder de Lula, con un STF controlado por el PT: los efectos de esta contraofensiva han alcanzado a quienes se encuentran involucrados en el Perú, visiblemente beneficiando a personas como Ollanta Humala con la desactivación de las pruebas obtenidas en los servidores suizos de Odebrecht.
No hay duda de que en todas partes se cuecen habas, pero lo de Brasil constituye un escándalo de enormes consecuencias para la lucha anticorrupción, evidentemente avalado por el fundador del Foro de Sao Paulo, Lula, quien en una reciente reunión de dicho organismo de extrema izquierda pretendió conseguir respaldo para otro corrupto: Nicolás Maduro.
En el Perú, los fiscales anticorrupción encargados del caso Lava Jato han demostrado flagrantemente su ineficiente gestión con claros visos de corrupción, lo cual debe denunciarse sin medida ni clemencia si queremos que se haga justicia con respecto del dinero robado a todos los peruanos. ¡Poderoso caballero es don dinero!
(*) Presidente de Perú Acción
Presidente del Consejo por la Paz
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