Opinión

Las leyes sobre la delincuencia

Por: Martín Valdivia Rodríguez

Todo mensaje a la nación dado por quien gobierna el país nunca deja contentos a todos. Muchos políticos se convierten en experimentados analistas y lanzan sus críticas, casi siempre con mucho apasionamiento, pero escaso fundamento. Pero por ahí aparece uno que otro que sí hace una disección concienzuda y objetiva del contenido del discurso. Si bien lo del 28 de julio en el Congreso no fue una alocución brillante, tampoco fue una perorata. Eso sí, tres horas es demasiado.

Además de su solicitud de facultades para legislar en materia de seguridad ciudadana, la presidenta Dina Boluarte presentó cinco proyectos de ley con el objetivo de mejorar el desempeño de los organismos del Estado y atender las necesidades básicas de la población. Tres de estas iniciativas tienen que ver con la lucha contra la delincuencia, lo que demuestra, por lo menos, que el Gobierno tiene conciencia de la magnitud de este problema.

Una de estas propuestas apunta a crear la categoría de Policía de Orden y Seguridad con la finalidad de incorporar reservistas al servicio policial. Esta iniciativa es criticada por el exministro del Interior, Remigio Sánchez Hernani, quien dice que para ser policía no basta disparar un fusil. Habría que analizar bien el proyecto, pues el Perú necesita más policías para cuidar las calles.

Otro proyecto busca modificar artículos del Código Penal para incorporar la figura del delito de “cohecho pasivo propio e impropio” en el ejercicio de la función penitenciaria para luchar contra la corrupción. Las grandes bandas de sicarios, extorsionadores y asaltantes se manejan desde las cárceles, por lo que esta propuesta permitiría al menos reducir la corrupción en las cárceles y que los cabecillas tengan a ciertas autoridades penitenciarias como cómplices.

Dina Boluarte también se pronunció a favor de la expulsión de los delincuentes extranjeros, lo que también es positivo porque gran parte de las bandas son dirigidas e integradas por hampones venezolanos, colombianos y ecuatorianos. Desterrar a las lacras, si se respetan los derechos de las personas extranjeras honestas y trabajadoras, no tiene nada de xenofóbico, abusivo ni inhumano.

Sin embargo, hay otras cosas que se pueden hacer en materia de seguridad ciudadana, como por ejemplo emitir una ley para que todos los delincuentes trabajen en las cárceles para que así se paguen sus gastos, ayuden a sus familias y no sean una carga para el Estado. La reapertura de El Frontón y El Cepa, la devolución de la Policía de la facultad de investigar, entre otras propuestas, también deben ser tomadas en cuenta por el Gobierno. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.

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