Mario Vargas Llosa es un intelectual que, a sus 85, sigue viviendo emociones intensas, producto tanto de su inclaudicable producción literaria como de su actividad social en el jet set de España, su nueva patria. Allí se mueve como “un pez en el agua”, con su fino verbo y sus maneras elegantes, pero cuando ingresa a terrenos políticos su destino es el rotundo fracaso. El Nobel de Literatura acaba de publicar un nuevo libro en estos tenebrosos tiempos de pandemia, “La mirada quieta (de Pérez Galdós)”, pero simultáneamente insiste en apoyar, cual agitador de plaza pública, a candidaturas y regímenes políticos de derecha.
Vargas Llosa tomó partido por el argentino Mauricio Macri y ganó Alberto Fernández. Luego respaldó a Carlos Mesa, quien para su mala suerte fue vencido por Luis Arce, en Bolivia. Después vino la derrota de Keiko a manos de Pedro Castillo, en Perú. Y últimamente apoyó a José Antonio Kast, quien perdió con Gabriel Boric, en Chile. Si habláramos deportivamente, van 4 a 0.
Aunque sus obras más famosas son “La ciudad y los perros”, “Conversación en la catedral” y “La guerra del fin del mundo”, Vargas Llosa tiene una prolija producción literaria que en los últimos años parece ser más reconocida y leída en España que en el Perú. Quizá sea porque, como dicen muchos de sus detractores políticos, se siente “más español que peruano”, pues por algo en 1993 obtuvo la nacionalidad del país de la península ibérica. Valiosas obras de Vargas Llosa, como “Cinco esquinas”, “El héroe discreto”, “Tiempos recios” y “La civilización del espectáculo”, publicadas en las últimas dos décadas, no han tenido en nuestro país tanta relevancia, ni siquiera por parte de la crítica literaria.
Radicado definitivamente en España y casado con Isabel Preysler, quien se declara “más de izquierdas que él”, Vargas Llosa acaba de publicar su última obra, “La mirada quieta”, donde vuelve a la temática histórica y biográfica a la que recurrió en “La fiesta del Chivo” (sobre el dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo). Y, claro, el género literario no podría ser otro que el ensayo.
El personaje sobre el cual trata “La mirada quieta” es Benito Pérez Galdós, un escritor y político español considerado uno de los mejores representantes de la novela realista del siglo XIX.
Pero como Vargas Llosa no puede alejarse del todo de la política, todo hace indicar que apoyará a Jair Bolsonaro para las elecciones de octubre próximo en Brasil. ¿Ganará esta vez?. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.
