Opinión

La línea ecuatorial de la política

Por: Martín Valdivia Rodríguez

La derecha y la izquierda de Latinoamérica tendrán una prueba de fuego en octubre próximo, cuando en Ecuador se defina al ganador de las elecciones presidenciales adelantadas. La progresista Luisa González (33.18 %) y el neoliberal Daniel Noboa (24.08%) pasaron a la segunda vuelta y, por el contexto internacional que marcha al ritmo de la interminable pugna política e ideológica entre ambas corrientes, el resultado final que se dará en Ecuador puede marcar la pauta de lo que ocurrirá en el futuro.

Varios de los recientes procesos eleccionarios en el continente, como los que erigieron ganadores a Gustavo Petro, Gabriel Boric y Pedro Castillo, se han definido en segunda vuelta y ganó la izquierda. Pero resulta que, a los gobiernos de dichos presidentes, justamente, no les ha ido bien y se han visto envueltos en sonados escándalos por presunta corrupción. Además de los ya mencionados, Alberto Fernández, Luis Arce y Nicolás Maduro, de gobiernos socialistas, también están vapuleados.

Ese contexto, por lo tanto, es propicio para el resurgimiento de los liberales en su afán de recuperar el terreno perdido, ahora que Javier Milei se ha convertido en el adalid de esta corriente política e ideológica en el continente. Actualmente, el mapa geopolítico en Latinoamérica es dominado por la izquierda, desde México hasta Chile, pero varios gobiernos están en serios problemas o ya terminaron en el fracaso, como es el caso del expresidente Pedro Castillo, que terminó en prisión y con su esposa, sobrinos y otros familiares, amigos y paisanos de Chota, investigados por presuntamente haber integrado una organización criminal que se quedó atollada en las aguas movedizas de la corrupción.

Luisa González, de la izquierda tradicional, es la candidata del expresidente Rafael Correa y obtuvo la mayor votación en la primera vuelta de las elecciones de Ecuador. En la segunda vuelta tendrá al frente a Daniel Novoa, un empresario relativamente nuevo en política, que surgió como un outsider que se convirtió en la esperanza del liberalismo. En la primera vuelta del 2021 en Perú, el candidato de la izquierda (Castillo), como en Ecuador, también obtuvo mayor respaldo (18.92%) que su contendora, Keiko Fujimori (13.40%), de derecha. En la segunda vuelta, Castillo obtuvo 50.125% y Keiko 49,875%.

La segunda vuelta en Ecuador, por lo tanto, podría significar un punto de quiebre para el resurgimiento de la derecha o la consolidación de la hegemonía de la izquierda en Latinoamérica. Por ello, dichas elecciones deben concitar una expectativa singular en la región latinoamericana. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.

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